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Fabrice Morvan y Rob Pilatus rodean al presidente de los Grammy en 1990

El documental que cuenta la historia de Milli Vanilli, el dúo que ganó un Grammy sin cantar

En Milli Vanilli: El Mayor Escándalo en el Mundo de la Música, se cuenta como Fabrice Morvan y Rob Pilatus fueron contratados por Frank Farian, el productor de Boney M., para aparecer en los playbacks y vídeos donde solo movían los labios

Fabrice Morvan y Rob Pilatus eran una suerte de Tony Maneros en las discotecas de Múnich a mediados de los 80. «Si estabas en una discoteca con nosotros en esa época, lo pasabas como nunca. La música era super ecléctica, iba desde Chaka Khan a Run DMC, Earth, Wind and Fire, Donna Summer o Prince, y siempre nos asegurábamos de que el ‘stimmung’, como llamábamos en alemán a la vibra, estuviera ardiendo».

Así cuenta Morvan aquellos tiempos donde ambos eran los reyes de la noche bávara. Frank Farian, el avispado y exitoso productor de Boney M., se fijó en ellos y se le ocurrió una idea que ya había llevado a cabo con Boney M, donde él mismo hacía la voz de quien aparecía en las actuaciones, Bobby Farrell. Farian iba a usar su aspecto atractivo y rompedor para ponerle unas voces sobresalientes que los protagonistas no tenían.

Cartel del documental de Milli Vanilli

En 1987, cuando Farian conoció al dúo discotequero, todavía no se conocían su prácticas tramposas y su fama como productor era enorme e inmaculado. Sin dudarlo, Fab y Rob firmaron el contrato que Farian les puso sobre la mesa: «No teníamos manager, no teníamos abogado, el documento estaba en alemán y no entendimos nada (...) lo más importante era que nos iban a dar un adelanto con el que íbamos a poder pagar el alquiler», dijo Fabrice.

Después contaron que, cuando llegaron al estudio de grabación, Farian les hizo escuchar la versión instrumental de Girl, you know it’s true. «Fue una sensación increíble pensar que esta canción iba a ser nuestra, que nuestras voces la iban a acompañar, y que íbamos a viajar por el mundo de gira». Pero todo cambió momentos después cuando Farian les rebeló que ellos no iban a cantar y que solo iban a mover los labios.

Contó Fabrice que después de unos días, ambos se mostraron convencidos de no querer participar en aquello, pero Farian les amenazó con demandarles si no lo hacían, pues ya habían recibido dinero. Solo les pidió que lo hicieran una vez y todo acabaría. Y lo hicieron. Y resultó que Girl, you know it’s true se convirtió en un éxito masivo y el dúo en una sensación. A partir de entonces todo escapó a cualquier control. El álbum fue número 1 y vendió 14 millones de discos.

Las fotografías de Rob y Fab decoraban las carpetas y las paredes de las adolescentes de todo el mundo. La cumbre de la montaña de cartón-piedra la alcanzaron al ganar el American Music Award y, sobre todo, el Grammy al mejor artista nuevo. Desde allí arriba, adonde habían ascendido en apenas un año, solo podía caer de forma estrepitosa.

Y así fue cuando los rumores de que en realidad no cantaban empezaron a crecer por dentro de la industria. Un fallo en el sonido de uno de los conciertos les dejó al descubierto. En medio de las sospechas, el propio Farian reveló la verdad, aduciendo que el dúo se había empeñado en grabar su segundo disco con sus propias voces. El negocio ya estaba hecho y solo quedaba romper la mentira y abandonar aquel proyecto.

Los dos protagonistas comparecieron en rueda de prensa y devolvieron sus Grammy en uno de los mayores escándalos de la historia de la música. Luego intentaron iniciar una carrera como Rob y Fab y con sus propias voces, pero fue un fracaso. Fab logró salir adelante, incluso cantando las canciones de Milli Vanilli junto a una de los voces originales, pero Rob Pilatus cayó en una depresión, aumentada por el consumo de alcohol y drogas, de la que no pudo salir.

Murió ocho años después a los 33 debido a una sobredosis. Frank Farian, el ideólogo, creador, además de Milli Vanilli y Boney M., del éxito de Terence Trent D'Arby, La Bouche o Meat Loaf continúa en la producción con la que ha conseguido vender más de 850 millones de discos.