La desconocida pasión de George Harrison por la Fórmula 1
El guitarrista de Los Beatles disfrutaba en su tiempo libre de los coches y los pilotos, tal es así que les dedicó una canción
Si hay un nombre que destaque dentro de la industria musical es el de Los Beatles, la banda que marcó un antes y un después en la manera de consumir música en los años 60. Más allá de las melodías uno de los miembros de esta legendaria banda, George Harrison, encontró una pasión inesperada en el rugido de los motores de la Fórmula 1.
Después de la disolución de Los Beatles en 1970, cada miembro siguió su propio camino. Harrison, en lugar de limitarse a su carrera musical, exploró nuevos horizontes. Para él la Fórmula 1 no era solo un deporte, sino una pasión arraigada desde su juventud. De hecho, asistió a su primer circuito junto a su padre cuando solo tenía 12 años.
Su devoción por este deporte lo llevó a entablar amistad con leyendas de la pista como Jackie Stewart, Emerson Fittipaldi y Jody Scheckter. En 1979, como tributo a estas reconocidas figuras dentro del mundo del asfalto, lanzó Faster. Una canción que capturaba la emoción y la velocidad de la Fórmula 1.
Aunque nunca compitió en las pistas, Harrison experimentó la adrenalina al volante de un Lotus de Fórmula 1 en el Gunnar Nilsson Memorial de 1979. Allí honró la memoria de un piloto que se fue demasiado pronto.
Pero su contribución a este deporte va más allá de la música. En 1986 brindó apoyo financiero a un joven piloto llamado Damon Hill, quien más tarde se convertiría en campeón del mundo. Su legado perdura en cada curva y recta de la Fórmula 1.
Su última sinfonía
La última sinfonía pública de Harrison resonó en el cumpleaños número 40 de Hill en el 2000, donde compartieron un momento íntimo con la guitarra en la mano. Su despedida final llegó en el Gran Premio de Canadá de 2001, antes de fallecer el 29 de noviembre de ese mismo año.
Así, George Harrison, fusionó su pasión por la música y la velocidad en una sinfonía única que sigue resonando en el tiempo. El hombre que sedujo al mundo con sus notas también dejó una huella imborrable en la Fórmula 1.