La banda Jane’s Addiction cancela todos sus conciertos tras la pelea en el escenario de Boston
El vocalista Perry Farrell agredió en plena actuación al guitarrista Dave Navarro
El drama protagonizado por la banda Jane’s Addiction después de que el pasado viernes, en el concierto que ofrecieron en la ciudad de Boston, su líder y vocalista, Perry Farrell, se enfrentara y agrediera a su guitarrista, Dave Navarro, ha tomado un nuevo giro de guion que, no por esperado, es menos lamentable.
El violento incidente se saldó con una disculpa pública a sus fans por medio de un comunicado en redes sociales.
Lo que nadie esperaba, sin embargo, es que la pelea acabara con la cancelación de los 12 conciertos programados en Estados Unidos y una pausa de la actividad de la banda.
Jane’s Addiction había regresado recientemente a los escenarios después de que se disolvieran en 1991, cuando se encontraban en el punto más álgido de su carrera.
En un incidente que, es inevitable, recuerda a la pelea entre Liam y Noel Gallagher tras un concierto en París en agosto de 2009 y que acabó con la disolución de Oasis, Farrell pegó un puñetazo a Navarro ante la mirada asombrada del público.
La agresión se produjo cuando la banda interpretaba la canción Ocean Size sobre el escenario del Leader Bank Pavilion de Boston.
Según los asistentes, Perry Farrell parecía muy nervioso durante todo el concierto y no paraba de comportarse de manera extraña durante toda la velada.
En un nuevo comunicado, Navarro y los otros miembros de la banda, Eric Avery y Stephen Perkins, señalaron que «debido a un patrón de comportamiento continuo y a los problemas de salud mental de nuestro cantante Perry Farrell, no nos ha quedado otra opción que interrumpir la gira prevista en Estados Unidos».
«Nuestra preocupación por su salud y seguridad personal, así como por la nuestra, no nos ha dejado otra alternativa. Esperamos que encuentre la ayuda que necesita», se señala en un comunicado que suena a despedida definitiva de la banda. «Estamos destrozados», se concluye en el comunicado.
Tras el incidente, la esposa de Perry Farrell, Etty Lau, ofreció una explicación de lo sucedido en una publicación en Instagram.
Señaló que el cantante notaba que el volumen del equipo de sonido del escenario estaba mal equilibrado y que su voz quedaba oculta por la música de los instrumentos. La tensión por esa situación habría desencadenado el episodio violento.