La marca de desodorante que se convirtió en la canción más famosa de Nirvana y en un símbolo generacional
«Teen Spirit» era el nombre del producto femenino juvenil de moda en los 90. Una frase escrita por una amiga de Kurt Cobain dio origen a uno de los clásicos absolutos del rock contemporáneo
La cultura pop, en este caso grunge, tiene particularidades extraordinarias. ¿Quién podría decir que una marca de desodorante femenino juvenil de moda iba a convertirse en el símbolo de una generación por capricho de unos jóvenes durante una noche de juerga?
Era a principios de los 90. Kurt Cobain, futuro líder de Nirvana, era un joven acomplejado por una infancia difícil. Vivía en Seattle, la cuna de la música y el movimiento grunge (desaliñado) donde era efervescente un rock distinto, nacido del desencanto adolescente.
Cobain iba a ser el elegido para llevar esa antorcha, el perfecto ejemplo de la alienación que iba a ser una estrella impensable del rock, forjada entre la delicadeza, la debilidad y la rebeldía. Teen Spirit era un desodorante femenino de moda para jóvenes.
Aquella noche de juega acabada en el apartamento de Kurt terminó con una amiga de la novia de este escribiendo en la pared: «Kurt Smells Like Teen Spirit», lo que quería decir que Kurt olía igual que su novia, una broma y casi un verso, una declaración banal y poética que a Kurt se le quedó grabada.
Tanto permaneció en él que pensó en la frase para una canción y le pidió a la autora permiso para utilizarla. Cobain quería unir el rock con las melodías de los Bay City Rollers y aquellas palabras le parecieron perfectas para lograr su propósito.
Lo que sucedió es que la grabación tosca que hizo Cobain de la nueva canción la escuchó su productor y vio en aquellos acordes y palabras confusos un destello que, según confesión propia, le recordó al efecto que provocó en su día Bob Dylan.
Y no estaba ni mucho menos desencaminado. Smells Like Teen Spirit fue una bomba musical incomparable que definió a todos aquellos jóvenes y bandas airados, que con el tiempo se ha convertido en un clásico insustituible e inconfundible del rock fabricado con un desodorante.