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Gustavo Dudamel interpretará una pieza perdida de Maurice Ravel

Gustavo Dudamel interpretará una pieza perdida de Maurice RavelGTRES

Dudamel se enfrenta al reto de resucitar la pieza perdida de Ravel, localizada en París y nunca interpretada

El director artístico y musical de la Filarmónica de Nueva York estrena este jueves la pieza Sémiramis: Prélude et Danse, que se interpretará por primera vez en 125 años

Asomarse a una pieza centenaria y nunca interpretada de uno de los grandes compositores de la historia de la música es, algo así, como abrir una cápsula del tiempo y asomarse a su interior.

Los sentimientos pueden ser encontrados y darse todos a la vez: algo de miedo, mucha expectación y una emoción infinitas. Eso es lo que debió sentir el director venezolano Gustavo Dudamel cuando se embarcó en el proyecto de estrenar, 125 años después de su composición la obra Sémiramis: Prélude et Danse, de Maurice Ravel.

El director artístico y musical de la Filarmónica de Nueva York, en una entrevista concedida al New York Times, lo describió de una manera muy enfática: «Imagínate descubrir, más de 100 años después, una pequeña y hermosa joya. Es preciosa».

La obra se localizó hace poco en la Biblioteca Nacional de Francia de París y, al instante, constituyó una de las noticias culturales más relevantes del año.

La espera para conocer el resultado llega a su fin: se estrenará este jueves en el David Geffen Hall de Nueva York en un programa con motivo del 150 aniversario de Ravel que incluye otras obras célebres del compositor francés, como el Boléro, Le Tombeau du Couperin o La Valse.

La obra Sémiramis: Prélude et Danse se compuso entre 1900 y 1902. Está incluida en un manuscrito de más de 40 páginas que incluye otras obras.

Con todo, su interpretación supone todo un reto para la Filarmónica de Nueva York, ya que esta obra de juventud de Ravel, cuando aún no había definido su estilo ni había forjado su carácter musical, carece de indicaciones de tempo y faltan algunas notas, lo que desvela que se trata de una obra abandonada antes de concluirla.

El manuscrito original donde figura la pieza llegó en el año 2000 a los fondos de la Biblioteca Nacional de Francia. Sin embargo, no fue hasta hace tan solo unos meses cuando se estudió el contenido de los archivos adquiridos en subasta y se descubrió la importancia del contenido.