El cómico Dave Chapelle es agredido por un trans en un 'show' de Netflix
Se trata de un capítulo más en la controvertida historia del cómico que enfrenta a la comunidad negra con los LGTBI por su victimismo excluyente
El humorista norteamericano, Dave Chapelle, ha sido atacado durante la presentación de un festival de Netflix en el Hollywood Bowl de Los Ángeles.
Casi al final del acto, un hombre identificado posteriormente como Isaiah Lee, de 23 años de edad, subió al escenario para agredir al cómico, pero el equipo de seguridad intervino inmediatamente junto a algunos de los invitados presentes. Al parecer, según la policía, el atacante estaba armado con un arma falsa, de la que salía un filo de cuchillo.
Tras el embarazoso incidente el humorista, que no ha resultado herido, ha bromeado diciendo: «No sé si esto fue parte del show, pero tomé a este negro de la cabeza y su pelo era como una esponja, absorbente».
Antecedentes transfóbicos
El cómico, de 48 años, ha asegurado que el atacante «era un hombre trans»; comentario este que hace referencia a sus controvertidos chistes, supuestamente transfóbicos, en The Closer, que hicieron que varios trabajadores de la plataforma Netflix convocaran una huelga como protesta por el humor de Chapelle, además de acusarle del despido de una empleada transgénero que ya había protestado contra el programa. El alud de críticas y la amenaza de huelga en Netflix forzaron a Ted Sarandos, consejero delegado la plataforma, a enviar a toda la compañía una carta de disculpa.
Rivalidad entre negros y trans
Otro episodio polémico del cómico sucedió en 2005 cuando, sin dar explicación alguna, abandonó el programa Chappelle’s Show y puso fin a un contrato millonario, dando origen a multitud de habladurías sobre sus adicciones o intentos de suicidio.
El humor de Chappelle, que en 2016 firmó un contrato de 60 millones de dólares con Netflix, ha sido siempre controvertido por su temática sobre la cultura de la cancelación racial y sexual y los límites del humor, jugando constantemente con la rivalidad victimista y excluyente entre la comunidad LGTBIQ y los afroamericanos.
De la acidez del humorista tampoco se ha librado el mismísimo George Bush, al que dedicó una serie de sketches en los que divagaba sobre la posibilidad de que el presidente hubiese sido negro, además de acusarle de ser un cocainómano que «podría vender los secretos nucleares por 20 o 30 dólares».