'Magallanes. Elcano. La primera vuelta al mundo': la mayor gesta española llega a los teatros
La compañía Timaginas Teatro abarca la epopeya de los primeros en dar la vuelta al mundo en una obra dramática de calidad excepcional
Cinco velas como cinco estandartes dominan el escenario. Una a una van cayendo, según los escollos, la deserción y la desesperanza van mermando la expedición. De las naves San Antonio, Concepción, Trinidad, Santiago y Victoria sólo completará la expedición esta última, haciendo honor a su nombre.
Timaginas Teatro, compañía y escuela radicada en Santa Cruz de Tenerife (punto de paso obligado en todas las aventuras oceánicas), se ha atrevido con la epopeya de Juan Sebastián Elcano, y Armando Jerez (que interpreta además al marino vasco) se ha atrevido a escribirla de la única forma que, bien mirado, cuadraba a la gesta y a la época: en verso.
La referencia al teatro clásico es evidente y, sorprendentemente, funciona, como demuestra la favorable reacción del público. Huyendo tanto del arcaísmo como del anacronismo (con dos o tres inevitables expresiones actuales), el texto fluye con agilidad, alternando la voz del narrador con la de los protagonistas y con la de las mujeres que, en Sevilla o Canarias, son testigos del pasar de las naves y los años, y sirven de eficaz contrapunto cómico y narrativo, al tiempo que introducen al espectador en el ambiente de la época.
Fiel a los hechos históricos, la interpretación contribuye a hacer justicia a los personajes. Los esfuerzos por recrear el acento portugués (Andreas Trujillo en el papel de Magallanes), vasco (Armando Jerez como Elcano), italiano (Alejandro Fuertes como el cosmógrafo Pigafetta) o andaluz (María Rodríguez y Raquel Trujillo como las mujeres, Ricardo Trujillo como alguacil, y antes como Juan de Cartagena) contribuyen además de forma eficaz a transmitir el carácter de una empresa que, emprendida bajo la bandera de Castilla, no dejaba de ser internacional. Los recelos, las envidias, la venganza, el desaliento, pero también la disciplina, el honor, el heroísmo, la fe y el entusiasmo que transmiten los actores se abren paso hacia el patio de butacas, logrando momentos de gran emoción en el público.
La sobria pero muy eficaz escenografía de María del Carmen Rodríguez y la ambientación musical (obra de Jesús Martín Fernández, con bellos interludios de guitarra clásica) se ponen, como debe ser, al servicio de la historia… y de la Historia. El valor histórico y la calidad dramática de la obra creada íntegramente por la compañía canaria ha merecido su inclusión dentro de los actos conmemorativos del V Centenario de la primera vuelta al mundo.
Esperamos que se cumplan los generosos deseos de la directora y los intérpretes y que puedan llevar su trabajo al mayor número de escuelas de España. Y esperamos también que sigan por el camino que han emprendido, y que su ejemplo sirva de estímulo a otros creadores de espectáculos.