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Estatua de Fofó en El Jardín de Fofó, en Murcia

Cien años de Fofó, el «payaso de la tele» que actuó con Buster Keaton y cuya repentina muerte afligió a toda España

Orson Welles no se perdía un solo programa de El Circo de la Televisión, que perdió a su estrella en pleno éxito a causa de una hepatitis fulminante causada por una transfusión

Uno es de lo que nunca vio a Fofó, pero sí a Fofito. Cuentan los que le vieron que era el mejor. No era el mayor, pero sí el mejor. Eso dicen. El mayor de los hermanos, del trío de hermanos, era Gaby. Ellos eran Fofó, Gaby y Miliki, los originales. Y cuando Fofó se murió sin que nadie lo esperara ya estaba por allí Fofito, y entonces los payasos de la tele se llamaron Gaby, Miliki y Fofito. Hasta que también llegó el hijo de Miliki, Emilio Aragón: Milikito.

Pero eso fue mucho después. Fofó fue el payaso de los sesenta en América y de los primeros setenta en España. Y se esperaba que fuese también el de los ochenta y el de los noventa, como sus hermanos, incluso como su hijo y sus sobrinos, pero la hepatitis B que contrajo después de una transfusión sanguínea durante la operación de un tumor benigno unas semanas antes, en pleno éxito, se lo llevó de este mundo a los 53 años sin que nadie pudiera adivinarlo. Tan solo unos días después de su intervención y antes de su muerte José María Iñigo le entrevistó en su programa anunciando la curación que escondía el fatídico e inminente epílogo.

La triste noticia que anunciaron entre valerosas risas titiriteras su hijo y sus hermanos en la televisión: «Fofó no está aquí, pero está muy contento porque en el Cielo hay muchos niños que le esperaban», dijeron. Tuvieron que tener aplomo verdadero para salir bromeando y riendo como siempre, llevando por dentro al hermano y al padre muerto, a cuyo funeral acudieron 30.000 personas. Fofó siempre fue un nombre original, como fundacional. El nombre de un gran payaso universal con admiradores como Orson Welles, que cuando viajaba a España no se perdía un episodio de Los Payasos de la Tele.

Fofó, que nació en un circo (sus padre era payaso y su madre acróbata) de paso por Ulea, en Murcia, se hizo estrella en América, a donde los hermanos (él, Gaby y Miliki) se marcharon tras la muerte de su padre en 1946 y no regresaron hasta 1972, cuando Orson Welles y generaciones de españoles los empezaron a ver en El Circo de la Televisión. Por el camino se habían quedado colegas admirados (por él y de él) como Cantinflas y Buster Keaton, o apariciones en El show de Ed Sullivan, igual que Elvis y Los Beatles. De Madrid a América y Nueva York y de vuelta a Madrid, donde fue enterrado donde nació, en el Puente de Vallecas.

El autor de Mi barba tiene tres pelos, de Don Pepito o de Susanita (y de la menos conocida Fofito tiene un niñito, que aún la cantan en Cuba) ¿el primero que dijo: «¡Cómo están ustedeees!»? y el que primero él mismo y luego sus hermanos, hijos y sobrinos llevaron a la inmortalidad que hoy cumple cien años en el recuerdo de millones de niños que ya no lo son.