Laila Ripoll dirigirá la Compañía Nacional de Teatro Clásico sin críticas a la gestión de Lluís Homar

Para la futura directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), Laila Ripoll, la gestión del actual director, Lluís Homar es salvable o, al menos, durante los años del catalán al frente de la compañía «ha habido cosas extraordinarias».

Así lo declaró a Efe tras conocerse su nombramiento por parte del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), dependiente del Ministerio de Cultura del ministro izquierdista Ernest Urtasun.

Ripoll asumirá su nuevo cargo el 1 de enero tras el acuerdo entre la institución y Homar, de poner fin a su contrato después de la apertura de una investigación como consecuencia de la publicación de informaciones en las que la actriz y directora Marta Poveda denunciaba irregularidades en el pago de los honorarios de Homar y pedía su dimisión.

Poveda utilizó documentos oficiales extraídos del portal de transparencia del ministerio de Cultura para poner en conocimiento de Urtasun y del INAEM que Homar había cobrado por tres codirecciones que nunca realizó, un total de 50.000 euros.

El INAEM destaca que en la elección de Laila Ripoll ha pesado su «reconocida trayectoria ligada al repertorio clásico y al Siglo de Oro», además de su amplia experiencia como gestora cultural en el sector público y privado.

Su proyecto para la Compañía «apuesta por la excelencia, el rigor, la transparencia, una gestión de equipo compartida» y también su apuesta por «la contemporaneidad, la paridad, la inclusión y la descentralización», añade el INAEM, que ha limitado su trabajo como directora escénica a una producción por temporada a partir de 2026.

Según detalla el INAEM, la elección se ha producido tras un proceso de selección que ha atendido a los principios de igualdad, mérito y capacidad.

El proyecto de Ripoll (Madrid, 1964) se ha impuesto de forma «unánime» en las diferentes fases del proceso entre las 19 propuestas presentadas, que se han sometido en su totalidad a la valoración del Consejo Artístico del Teatro del INAEM, según lo dispuesto en el Real Decreto 497/2010, de 30 de abril, por el que se regulan los órganos de participación y asesoramiento de este organismo, y los artículos 7 y 8 del Estatuto de la CNTC.

En enero de este año, Laila Ripoll abandonó la dirección del Centro Cultural de la Villa Fernán Gómez, y tiene como objetivo consolidar a la CNTC como «piedra angular en la producción, difusión y divulgación del Siglo de Oro, no solo un gran referente del teatro áureo, sino un centro cultural y artístico de primera magnitud».

La dramaturga conoce bien la ‘casa’ de la que es ahora directora, ha sido miembro del tribunal de selección de la cuarta y de la quinta promoción de la Joven CNTC y formó parte del Consejo Artístico del Teatro del INAEM que participó redacción del estatuto de la Compañía (2010/2012).

Entre las claves del proyecto se encuentra convertir al Clásico en una institución de referencia no solo en lo artístico, sino también en la gestión, «fortaleciendo la identidad de este centro de producción del INAEM como espacio público».

Como directora, Ripoll ha liderado más de treinta montajes y ha escrito más de 40 textos teatrales. Para la CNTC ha versionado y dirigido títulos como Del rey abajo, ninguno, de Rojas Zorrilla (2007) y La judía de Toledo, de Lope de Vega (2017), autor al que también versionó en La cortesía de España con dirección de Josep María Mestres (2014).

Ha recibido, entre otros, el Premio del público al Mejor Espectáculo del Festival Don Quijote de París por El triángulo azul (2016), obra que también le hizo valedora del Premio Nacional de Literatura Dramática (2015) y del Max al mejor autor ese mismo año y posee también el Premio Ojo Crítico de Radio Nacional de España (2002).