El Madrid de las dos caras en apenas diez partidos

La noche del 14 de agosto, la afición madridista se acostaba contenta. El debut de Carlo Ancelotti era todo un éxito. Goleó al Alavés, en Mendizorroza, con doblete de Karim Benzema y cerró Vinicius el marcador. Hoy la ilusión, que nació ese 14 de agosto ante el Alavés, solo sigue latente por el número nueve del Real Madrid. El francés está siendo el sostén del equipo. Pichichi con nueve goles en ocho partidos de liga, para un total de 11 tantos anotados esta temporada. El galo suma, en total, 289 goles de blanco, a tan solo uno de alcanzar a otra leyenda como Santillana.

El equipo de Ancelotti ha jugado 10 partidos en lo que va de año, ocho de Liga y dos de Champions. Emulando al Dr Jekyll y Mr Hyde, el conjunto merengue fue un equipo durante las cinco primeros encuentros y  está siendo otro bien distinto en estos últimos cinco. A la ilusionante noche de debut liguero en Mendizorroza, le siguió un empate a tres ante el Levante, una sufrida victoria en el Villamarín ante el Betis, gracias a un tanto de Dani Carvajal, el despliegue ofensivo de la goleada ante el Celta por 5-2 y el estreno en Europa ante el Inter de Milán. Una victoria en el Giuseppe Meazza para inaugura la Champions de este año gracias a un gol de Rodrygo.

Todo le salía al Real Madrid, Vinicius presentaba los mejores registros goleadores desde su llegada al club de Chamartín, Camavinga debutaba con un gol a los pocos minutos de salir y Benzema seguía pulverizando récords. El Madrid presentaba números de campeón, sumaba diez puntos de doce posibles en Liga, con trece goles a favor y seis en contra, catorce si sumamos el conseguido en el estreno europeo

Mallorca, última parada de la ilusión

A mediados de septiembre, comenzó la conversión del Real Madrid. El conjunto de Ancelotti tenía otro plato fuerte: visitaba Mestalla. Se sobrepuso al gol del excanterano Hugo Duro con una remontada de las de antaño. A pocos minutos para el final, Benzema y Vinicius volvían a provocar un sueño placentero a los aficionados madridistas, que una semana después vivirían el partido donde su equipo presentó su versión más goleadora. Le endosó un set al Mallorca, con un Marco Asensio que se reivindicó, ante la falta de minutos cosechados este año, anotando tres goles. Esa noche fue la última en la que el aficionado del merengue volvería a sonreír por su equipo.

Después vino el empate en el Bernabéu ante el Villarreral, donde el equipo empezó a dar síntomas de apagón. Regalo una parte y cosechó el segundo empate de la temporada

El accidente ante el Sheriff

El Sheriff estrenó el Bernabéu en Champions. Era un rival idóneo para dar una alegría a la afición que pisaba por primera vez el Bernabéu en Champions desde la pandemia. Era el reestreno de Ancelotti en casa con su equipo en esta competición. Sin embargo, la Cenicienta del grupo dio la campanada y se llevó la victoria gracias a una contra que volvió a demostrar las carencias blancas en defensa.

Pero lo peor estaba por llegar ante el Espanyol, el décimo partido de lo que va temporada y la culminación del Dr Hyde Real Madrid, donde sacó a relucir su cara más preocupante de la temporada. A priori, el rival era el idónea para ahuyentar los miedos y los vientos de críticas que comenzaban a asomar por Chamartín. Ancelotti apostó por un 4-4-2 que le duró los 45 minutos. A los 17 minutos ya iba perdiendo . El equipo se mostraba dubitativo y blando atrás y sin ideas arriba, con un Vinicius que con el paso de las jornadas ha ido a menos. El único que aguanta un nivel excelso es Benzema. El ariete francés lleva echándose el equipo a la espalda desde la marcha de Cristiano y nunca defrauda.

Con la derrota en Cornellá culmina la conversión de un equipo que durante los cinco primeros partidos acumulaba números de récord y que en los últimos cinco partidos, apenas ha conseguido sacar 5 puntos de 15 posibles.

La  mejor noticia para el conjunto madridista es que continúa liderando la clasificación, empatados a puntos Atlético de Madrid y Real Sociedad, gracias a su acierto goleador de principios de temporada. Ahora llega un parón de selecciones donde el conjunto blanco deberá encontrar la fórmula para volver a brillar como al principio de temporada. Ancelotti debe aprovechar el imsomnio que le provocan las derrotas, como reconoció en rueda de prensa, para encontrar la fórmula y volver a dibujar la sonrisa que tenían en el rostro club y afición.