Pablo Laso, a El Debate: «Me dijeron que iba a durar dos telediarios»
El entrenador del Real Madrid cumple 10 años al frente del banquillo blanco. Acumula más de 600 victorias y ha levantado 21 títulos
La llegada de Pablo Laso fue una apuesta que sorprendió, de ahí que un día caminando por Vitoria le auguraran un futuro muy corto al frente de la nave del Real Madrid. Leyenda como jugador, y ahora como entrenador, el vitoriano aglutina uno de los mejores porcentaje de victorias de un entrenador en el conjunto merengue. Cercano y afable en el trato huye de «La Lasina» como mito de su carácter.
Un ganador al que el éxito no le ha borrado la humildad. Sabe que para ganar es imprescindible hacer equipo y tener en cuenta factores como el compañerismo, el compromiso, el trabajo diario que no anotan ni defienden, pero que son claves para levantar los títulos a final de temporada. No sabe si se jubilará de blanco, pero tiene claro que el día que no le guste no se engañará ni a él mismo ni a la gente. Se irá haciendo el mínimo ruido, como el día de su presentación, pero con el palmarés lleno de éxitos.
–Pablo Laso llegó al Real Madrid un 21 de junio en 2011. Diez años después después acumula 603 victorias y más de 20 título. Uno echa la vista atrás y ¿qué piensa?
–El que me conoce sabe que no soy muy de mirar atrás, tampoco muy de mirar hacia delante . Mi manera de ser pensar en el día de hoy, en los próximos compromisos que tenemos. Cuando miro atrás, me acuerdo de lo que me dijo una persona en Vitoria que me encontré en un parking: «Allí vas a durar dos telediarios», pero los telediarios se van alargando y eso habla muy bien del club, de los jugadores y de la afición. Pienso que lo conseguido es una efeméride mía, sino que todo el mundo tiene culpa de que yo siga y estoy encantado porque estoy en un gran club.
–¿Es usted consciente de que cambió la vida al Real Madrid de Baloncesto?
–(Risas) Yo no creo que le cambiara la vida, pero lo que sí recuerdo desde mi infancia es que el club era un referente a nivel europeo, mundial y, sobre todo, un equipo que transmitía muchas cosas independientemente de ganar o perder. Siempre recuerdo los torneos de Navidad que solía venir de pequeño que se disputaban en la antigua Ciudad Deportiva. Ese equipo tenía un baloncesto muy reconocible y que conseguía que la gente se enganchara. Había estilo de juego. Cuando aterricé tenía claro que el Real Madrid, como equipo de baloncesto, debía recuperar unos valores que han sido siempre santo y seña de lo que quería el madridismo.
Tenía claro que el Real Madrid tenía que recuperar sus valores
–¿Qué es lo que más valora de su plantilla?
–Yo valoro siempre muchas cosas que van más allá del baloncesto. Valoro el compromiso, el trabajo diario o el compañerismo. Existe algo más que los puntos, los rebotes o las asistencias, que por supuesto también tengo que valorar como entrenador. Pero tengo claro que un equipo está hecho por grandes personas y yo tengo la suerte de estar rodeados por grandes jugadores que también son grandes personas.
–El año pasado fue el primero desde que llegó al club que se marchó de vacaciones sin haber ganado un título importante. Con una plantilla acostumbrada a ganar y que lo ha ganado todo y siendo usted una persona que es de pensar mucho las cosas, ¿cómo digirió esa situación?
–Fue una temporada en la que ganamos la Supercopa. Presenté un equipo que se fue descomponiendo: estaba Campazzo –que se fue a la NBA– , estaba Gaby Deck–que se fue a la NBA– y se lesionaron de gravedad Randolph y Thompkins. Con lo cual, tengo la sensación de que fue un año muy convulso, como para toda la gente. Si yo pensara que por no ganar la Copa–que jugamos la final– la Euroliga- que llevamos a Efes al último partido–, o la Liga–que también jugamos la final– está todo mal creo que me hubiera equivocado. Como entrenador siempre puedes ganar todo y no estar contento por cómo ha estado tu equipo, y hay veces que pierdes y tiene que ser una enseñanza y una manera de crecer en el futuro. Esa es mi manera de ser.
No gano nada hablando de Carroll. Nadie le pregunta a él, que es al que yo preguntaría. Tenemos muchísimo respeto por él como para ‘hablar mal’
–Usted ha sido una persona que en su vestuario ha entrenado y entrena a auténticas estrellas. ¿Cómo se gestionan los egos?
–Yo creo que todo el mundo tiene egos. Tú tienes egos porque piensas que haces cosas bien. Ese aspecto lo que tienes que hacer es ponerlo al servicio del equipo. Si piensas que tú solo puedes hacerlo todo bien, te diría: coge 10 rebotes, como Tavares, o pon cuatro tapones. Cuanto todo el mundo gana hace que crezca tu ego porque has sido partícipe de algo positivo e importante. Para mí, lo más importante es el equipo, independientemente de lo que pueda pensar cada uno que también debo atenderlo.
–Y si no siempre tiene a mano una ‘Lasina’
–Esto de las «Lasinas» me hace mucha gracia. Yo no creo que sea así, la verdad que la gente que me conoce sabe que soy una persona bastante afable, se puede tomar una cerveza conmigo tranquilamente y hablo con todo el mundo. También pienso que si tengo que hacer ver las cosas, lo tengo que hacer y hay veces que no es lo que dices sino como lo dices. Hay veces que soy mucho más duro con mis jugadores sin levantar la voz que otra, como dices tú, que me pillan en un tiempo muerto. No le doy mayor importancia. Tampoco creo que sea yo un vinagre todo el tiempo. (Risas)
Gasol es un jugador que nos ha puesto en el mapa
–¿Se ve Pablo Laso jubilándose en el Real Madrid? Los que mandan en este país dicen que lo mismo nos retiramos en España con 75 años
–No se si con 75 años me veo entrenando. Ahora mismo, tengo 54 que cumplo el día 13, por lo que me quedarían 21 años todavía de trabajo en el banquillo del Real Madrid. Lo veo difícil, pero no se, lo mismo me tengo que comer mis palabras. No pienso tan adelante. El baloncesto es mi vida y siempre digo que el día que no tenga la pasión o el deseo de venir a entrenar no engañaría a nadie, porque me engañaría a mi mismo. Siempre hay nuevos retos y tengo la suerte de estar en un gran club que piensa así.
–El Real Madrid ha demostrado la gran cantera que tiene, sin embargo muchos de sus talentos acaban en la NBA como Doncic o Garuba. ¿Le da rabia como entrenador el no poder disfrutar de sus jóvenes durante más tiempo?
–Desde que yo llegué al equipo hemos tenido más de 10 jugadores que se han ido a la NBA, desde Kyle Singler que fue el primero, luego le siguieron Mirotic, Willy Hernangómez, Doncic, Chacho, Usman… Ante esto te pregunto, ¿qué hago? ¿No entreno? Como se van a ir, ¿verdad? Pues no, no es mi manera de ser. Pienso que debemos mirar hacia delante, entender que esto es un deporte profesional y que cada jugador busca lo mejor para su futuro. Yo me alegro mucho de los éxitos de todos los jugadores que he tenido porque los valoro como personas, no solo como jugadores.
Nunca hemos vivido de espaldas a la Covid y sabemos que ha sido difícil para la gente
–¿Cómo ha vivido Pablo Laso la pandemia? ¿y sus jugadores? Se lo pregunto porque algunos piensan que un jugador que tiene fama y dinero está más lejos del mundo real
–Recuerdo perfectamente el día en que estábamos preparados para jugar contra el Estrella Roja y nos mandaron a todos a casa. A los pocos días después llegó el encierro que hemos tenido que vivir generándose una situación de incertidumbre, que es lo que teníamos todos no solo yo o mis jugadores. Una incertidumbre que sobre todo los dos o tres primeros meses era una incertidumbre jodida porque estabas en casa. A partir de junio fue un gran acierto que se recuperara el deporte profesional e intentar poco a poco volver a la normalidad. A nosotros esto no nos vino bien porque se contagiaron varios jugadores, tuvimos na vuelta a los entrenamientos muy progresiva, se decidió aplazar la Euroliga y la Liga la convierten de forma muy rápida en una especie de torneo…
Luego, dentro del verano, pero de cara a la próxima temporada se sigue viviendo esa incertidumbre, pero de otra manera. Cuando le cuento a alguno de mis amigos que el año anterior me tuve que hacer unos 150 PCRs se soprenden, pero es que la normativa nos obligaba antes de cada partido o entrenamiento. También pensábamos que el deporte era importante para que la visión de la sociedad fuera de que íbamos cada vez mejor.
Sí quiero dejar claro que nosotros nunca hemos vivido de espaldas a esta situación y sabemos que ha sido difícil para la gente. Hemos vivido en una situación en la que el peligro residía en una enfermedad que mataba gente y que traía consigo situaciones muy difíciles a nivel personal y profesional. Por mi manera de ser yo siempre intento ser positivo y valoro mucho el esfuerzo que ha hecho mucha gente por intentar volver a esa normalidad.
–El otro día mostró síntomas de agotamiento por un tema como es el de Jaycee Carroll, visto el revuelo que se ha formado y visto también el cansancio que le genera este tema, ¿cree que no se ha explicado bien la situación?
–No gano nada hablando de Carroll. Si te digo que va a venir pasado mañana y no viene, pierdo. Si te digo que no va a venir y al final viene, también pierdo. Entiendo que eres uno más que me pregunta sobre ello pero nadie le pregunta a Carroll, que es al que yo preguntaría. Jaycee para nosotros es un referente, llegamos los dos en el mismo año y es un jugador que se ha acoplado muy bien al grupo que la gente del club valora y quiere. Tenemos muchísimo respeto por él como para ‘hablar mal’ de Jaycee . Él tiene una oferta de renovación del club desde antes del verano, pero él no tiene contrato. Yo ahora pienso en el partido del viernes y Jaycee no lo va a jugar. No me preocupa mucho el tema de Carroll. Sino que me preocupo por los jugadores que sí van a poder jugar.
–Ayer conocimos el adiós de Pau Gasol. ¿Cómo lo vivió? ¿Qué nos puede decir de él?
–La primera vez que lo vi en directo fue en un partido que jugué contra él. Yo jugaba en Girona y él era un crío, pero me sorprendió su cercanía, vino a saludarme a presentarse y estuvimos hablando unos minutos. La técnica ya la tenía, pero sobrepasó su exquisita educación. Le fui siguiendo en su etapa en Barcelona, por supuesto en la NBA, los veranos con la Selección… Al final tienes la sensación de que es un jugador que nos ha puesto en el mapa. Nombres de jugadores ilustres hay muchos, como Corbalán, Luyk, Fernando Martín, Navarro, Herreros… Pero si preguntas a un aficionado al baloncesto en Nueva Zelanda por un jugador español, te va a decir Pau Gasol. Eso lo resumo todo. Valoro mucho, además, el compromiso que ha tenido allá donde ha estado y es una persona que ha demostrado con el tiempo tener una gran calidad como jugador y tener una gran capacidad para generar buen rollo en todo lo que ha hecho.