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Carlo Ancelotti también ha incorporado a Francesco Mauri, de su anterior etapa en el Everton, al cuerpo técnicoAgencia EFE

Davide Ancelotti, el guardaespaldas de Carletto en Chamartín

Davide, de 32 años, ha crecido como técnico junto a su padre al frente de otros grandes de Europa como el Bayern de Múnich, el Nápoles y el Everton

Carlo Ancelotti es el primero en ser consciente de la «mala imagen», el «desorden» y la «confusión» del primer bache liguero del Real Madrid ante el Espanyol. Tras el «accidente» contra el Sheriff, el italiano asume que hay margen de mejora, y que dispone de una mano derecha cualificada para lograrlo: su hijo y segundo, Davide Ancelotti.   

Durante las dos temporadas que el técnico italiano dirigió al equipo blanco estuvo acompañado por Fernando Hierro. En esta ocasión, Carletto ha apostado por que Davide dé el paso al frente que ha asumido junto a su padre en las últimas temporadas en Europa. 

Davide también es un viejo conocido de Chamartín, ya que estuvo presente en la primera etapa del míster en Valdebebas, pero como asistente del preparador físico. Ese staff llevó al equipo a conquistar la Champions League en Lisboa, la decimonovena Copa del Rey frente al Barcelona, una Supercopa de Europa ante el Sevilla y un Mundial de Clubes. Padre e hijo comparten el reto ahora de sacarse la espina del único título grande que no han logrado en España: el de campeón de liga.

Cercanía, intensidad y trabajo defensivo

El menor de sus hijos siguió los pasos de su padre en el mundo del fútbol, aunque no directamente sobre el terreno de juego. Graduado en Ciencias del Deporte, complementó su formación con dos cursos para ser entrenador para aterrizar en 2012 en la cantera del PSG como preparador físico antes de sumarse a la plantilla técnica del Real Madrid un año después.

El recorrido junto a su padre en las grandes ligas europeas también se ha enriquecido con la experiencia de exjugadores que los han acompañado también en el banquillo. Así, ha trabajado junto a leyendas de los clubes de los que su padre ha sido entrenador, como Salihamidžić en el Bayern, Makélélé en el PSG o el propio Zidane.

Antes de regresar a la capital de España, deslumbró en Inglaterra al convertirse en el preparador más joven de la Premier League con el Everton. Con 30 años, demostró, especialmente, ser alguien más que el hijo de Carlo Ancelotti. La intensidad de sus sesiones de entrenamiento, la preocupación por el aspecto defensivo y la relación cercana con los jugadores aportan más bagaje al nuevo segundo entrenador del Madrid.

Esos talentos de Davide tendrán que ponerse a prueba para mantener un nivel físico suficiente en la plantilla que le permita aspirar a todos los títulos o recuperar la mejor versión de Eden Hazard. La pasada temporada, el equipo tuvo que hacer frente a más de 54 lesiones y, a pesar de ello, acabaron peleando por el campeonato liguero hasta el final y en semifinales de la Champions.

La continuidad junto a su padre en la sala de máquinas de Chamartín trae consigo también otros reencuentros especiales para Davide, al poder afrontar esta nueva singladura junto a su mujer e hijos.