‘O Rei’ Vinicius se convierte en galáctico
El brasileño fue el mejor del partido ante el Shakhtar. Firmó un nuevo doblete de blanco y una asistencia que saca al Madrid de su pequeña crisis
Costó creer en Vinicius. El brasileño era inexperto y atropellado cuando llegó y sus ganas de agradar a la grada no curaban su ineficacia ante la portería. Llegaron, incluso, a parodiar sus goles de rebote. Solari le dio la alternativa, con Zidane apareció y desapareció, pero Ancelotti confió en él desde el principio. El brasileño no se dejó intimidar por las plegarias veraniegas para que viniera Mbappé. Su descaro, valentía y confianza le han hecho ser imprescindible en el once titular de los blancos.
Ahora nadie se acuerda de si costó más o menos millones. Los goles que marca valen puntos y bien valen lo pagado. La obra de arte de Kiev podría estar expuesta en la sala de Trofeos del Estadio Santiago Bernabéu. Un repertorio de velocidad y regate, al más puro estilo carioca, y una definición excelsa fueron los ingredientes de la obra maestra de ‘O Rei’ Vinicius, el hombre que no tenía gol. El ‘20’ acumula ya siete dianas en once partidos esta temporada, cinco en Liga y dos en Champions. Atrás quedan los seis tantos en cuarenta y nueve encuentros de la temporada pasada. Todos en el Real Madrid se rinden ante él.
Vinícius ayuda mucho, es un crack y ojalá que continúe así hasta final de temporada
Vinicius enterró la crisis de octubre que salpicaba a los blancos. Si para Ancelotti es inamovible el 4-3-3, inamovible es el brasileño de la alineación hoy por hoy. No se conformó con los goles, también dejó espacio para una asistencia que aprovechó Rodrygo para hacer el cuarto. Marcar y regalar es la fórmula de Vinicius Jr en el Madrid, un jugador abonado a la risa que hace sonreír al Real Madrid con su alegre y vistoso juego.
El domingo les espera el Clásico con un Barça recuperando sensaciones, pero los blancos viajan a la Ciudad Condal con la maleta vacía de presión, pero cargada de confianza e ilusión por el gran estado de forma que atraviesa Vinicius y por el idilio que mantiene Benzema con el gol. Un veterano y un novel–como reza el himno de los madridistas– que están haciéndose, por méritos propios, un hueco en la historia del club.