Dubái
El Mundial de Ajedrez se encamina a un empate infinito
Después de cinco partidas, Carlsen y Nepo mantienen una igualdad total que ha provocado dudas respecto al formato tradicional de este torneo
Llegamos a la segunda jornada de descanso en el Mundial de Ajedrez entre el campeón noruego Magnus Carlsen y el aspirante ruso Ian Nepomniachtchi. Ya se han jugado 5 de las 14 partidas que están previstas y todas han terminado en tablas.
La cuarta partida se resolvió en apenas hora y media. Carlsen, con las blancas, se enfrentó a la defensa Petrov que propuso Nepo. Un rápido intercambio de piezas condujo el duelo a tablas por repetición. El noruego, que cumplía 31 años, no pudo celebrarlo con una victoria.
Más de lo mismo en la jornada del miércoles. Nepo utilizó, una vez más, la apertura española y Carlsen adoptó una actitud pasiva para minimizar los riesgos. Los jugadores se mantuvieron ante el tablero hasta que superaron los 40 movimientos, límite que establece el reglamento para acordar las tablas. Cuando llevaban 43 firmaron el empate.
Rozando la perfección
Durante la retransmisión de la quinta partida, los analistas de Chess24 se preguntaban qué pasaría si el Mundial no se resolviese hasta que uno de los jugadores no ganase seis partidas. Llegaron a la conclusión de que podrían pasar años hasta que eso ocurriera.
Magnus Carlsen lleva sin ganar una partida de ritmo lento en el Mundial de Ajedrez desde el 24 de noviembre de 2016, frente al ruso Kariakin. Su duelo en 2018 contra Fabiano Caruana se resolvió en las partidas rápidas después de 12 empates.
El plus de preparación que han introducido los ordenadores en el ajedrez de élite ha llevado a los grandes jugadores a una igualdad casi perfecta. Con dos horas para realizar 40 movimientos, maestros como Carlsen o Nepo tienen muy pocas probabilidades de cometer errores.
El propio noruego ha comentado en Dubái, donde se celebra el Mundial, que es necesario acelerar el ritmo actual de las partidas para dejar la puerta abierta a los errores.
Mañana se jugará la sexta partida del campeonato, llegaremos al ecuador del mismo, y todos esperan a que pasen las otras seis restantes para llegar al desempate. Será en ese momento cuando la velocidad se convierta en un factor determinante de los duelos, que serán cuatro y de 25 minutos por jugador.
Magnus Carlsen ganó dos de las cuatro partidas rápidas en 2016 y las tres en 2018. A Ian Nepomniachtchi le quedan siete oportunidades para conseguir romper un equilibrio que le conduce, previsiblemente, al fracaso.