Mohamed Katir, el atleta poeta «cien por cien español» que vuelve a dar una medalla en el 1.500

«Me siento cien por cien español. He crecido y estudiado aquí, he pasado toda mi vida aquí, mi carrera como atleta se ha forjado aquí. Quiero competir como español y sólo como español». Las palabras de Mohamed Katir (Alcazarquivir, Marruecos, 1998) resonaron hace un año, cuando algunos querían negarle hasta la participación por España en los Juegos Olímpicos de Tokio. Él, español como cualquiera de nosotros, peleó por hacerse un hueco en el atletismo mundial, sabedor de que estaba llamado a ser el heredero de aquellas leyendas deportivas del mediofondo español, especialmente en la década dorada de los 90.

Ahora Katir ya es medallista de todo un Mundial de Atletismo. Lo ha logrado en Eugene, dónde se está celebrando una cita que está siendo mejor de lo esperado para la delegación española. Mohamed Katir, nacido en Marruecos pero murciano y español desde los cinco años, ganó la medalla de bronce en los 1.500 y en una emocionante carrera con remontada incluida y con recuerdos a quienes hicieron de esta prueba la más querida por los atletas españoles.

«Sabía que algún día iba a conseguir una medalla en un Mundial», comentó Katir nada más alcanzar la gloria. Cogió rápidamente una bandera de España, se abrazó a ella y añadió que esperaba «haber hecho disfrutar a España». Mohamed procede de la inmigración marroquí, con madre egipcia, pero se instaló en la localidad de Mula, donde fue uno más. Él tenía cinco años cuando llegó a España y se adaptó como tantos otros inmigrantes que vienen a nuestro país a progresar y trabajar. Su familia lo hizo y él, con el paso de los años, también.

Su padre llegó en patera a España a finales de los 90 en busca de trabajo. Su madre esperó en Larache (Marruecos) y él nació en Alcazarquivir, una localidad que formó parte del Protectorado español de Marruecos, base militar de los Regulares. Cuando Mohamed cumplió cinco años su familia se instaló en Huesca, pero de allí se trasladaron a Mula, dónde han crecido totalmente integrados con el objetivo común de tantas familias: progresar, trabajar y sacar adelante un proyecto de vida. Lo hicieron. Katir, que empezó como la inmensa mayoría de los niños en el fútbol, se pasó al atletismo después de que un entrenador, Cristóbal Carlos, le viera ganar una carrera en el colegio. Tras apuntarse en el club de atletismo UCAM Cartagena, creció como atleta en los caminos de tierra de Mula, que no tenía pista de atletismo.

Mohamed se acordó de todos ellos nada más ganar el bronce y agarrado a la enseña nacional que también simboliza la historia de Katir. «He pensado mucho en mi madre, en mi padre, en mi novia, en mis hermanos, en mis hermanas, en mi pueblo, Mula. Desde muy joven, todos ellos han creído en mí, y hoy los he tenido en mi corazón», dijo emocionado.

Katir no consiguió la nacionalidad española hasta 2019, unos 15 años después de llegar a España. Todos los éxitos conseguidos hasta entonces no le contaban por esta razón. Llegó a ganar campeonatos de España, pero sin recibir la medalla al ser extranjero. Ya plenamente español, alcanzó en 2021 los récord nacionales de las pruebas de 1.500, 3.000 y 5.000 metros. En esta última compitió en Tokio, cogiendo un diploma olímpico que le supo a poco y sirvió para seguir soñando con futuros éxitos, como el bronce ganado en este Mundial y con la vista puesta en el Europeo de dentro de un mes y, sobre todo, la reválida de los Juegos Olímpicos.

El murciano tiene tres pasiones aparte del atletismo. Dos son deportivas, el boxeo y el fútbol, pero otra es la poesía. Escribe versos y utiliza las redes sociales para mostrarlos. Tiene como referente a Antonio Machado, del que en más de una ocasión ha dicho que siente admiración y pasión por su legado. Y sin tenerlo muy claro dice desde hace meses que le gustaría ser policía nacional o guardia civil.

Me siento cien por cien español. He crecido y estudiado aquí, he pasado toda mi vida aquí, mi carrera como atleta se ha forjado aquí. Quiero competir como español y sólo como españolMohamed Katir

Mo Katir -le gusta el apelativo Mo- es un inmigrante más de los tantos que vienen a España. Lo hizo, como su familia, a ganarse la vida trabajando e integrándose, agradeciendo la oportunidad que le da el país y devolviéndoselo con una actitud brillante que se define además con éxitos deportivos. Medalla de bronce en el Mundial. Un gran éxito.

Mohamed Katir recupera la gloria para España en los 1.500, durante años la prueba fetiche del atletismo patrio. Es el cuarto medallista español tras José Luis González (plata en 1987), Fermín Cacho (platas en 1993 y 1997) y Reyes Estévez (bronces en 1997 y 1999). «Me gustaría decirles que esto es un bronce, no hace falta poner nada malo sino apoyar y disfrutar. No hacemos nada malo a nadie, solo sentir queridos a nuestros pueblos», concluyó un Katir que refleja también lo mejor de nuestro país.