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El momento de la caída de Pogacar, a la derecha.LeTour

Pogacar se cae y Vingegaard le espera: la imagen de deportividad en el Tour de Francia

En la bajada del Spandelles, en Los Pirineos, el esloveno se fue al suelo y el líder de la ronda gala y su gran rival le esperó

Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard han dejado una imagen de gran deportividad en la 18ª etapa del Tour de Francia, en plenos Pirineos, cuando el esloveno, en plena bajada del Col de Spandelles, sufrió una caída. El danés, líder de la ronda gala, le esperó. Ambos se dieron la mano.

En una etapa de gran ciclismo, y siempre en el contexto de un Tour de Francia que está siendo brillante y con una gran lucha entre Pogacar y Vingegaard, los Pirineos asistieron a otro cara a cara entre el esloveno y el danés. Pogacar atacó hasta cinco veces en Spandelles, en plenos Pirineos, un puerto de primera categoría y que se subía por primera vez en el Tour. Vingegaard, como ha hecho en todas las últimas etapas, siguió a la rueda de su rival deportivo y no le dejó que se marchara.

Una vez coronado este puerto, la bajada tuvo a todos con el corazón en vilo por una caída de Pogacar. Antes casi se había ido al suelo el propio Vingegaard, maillot amarillo, que salvó un buen golpe cuando se le levantó la rueda de atrás y cerca estuvo de irse al suelo, a dónde si se fue Pogacar en una curva cerrada.

Con los dos juntos en esa bajada Pogacar se fue al suelo y salió con heridas, provocadas principalmente por quemaduras al haberse ido sobre la calzada en una etapa asfixiante de calor.

En ese momento Vingegaard podía haber conseguido una gran distancia y sentenciar directamente el Tour, pero lo que hizo el danés fue esperar a su rival para que así la lucha fuera totalmente deportiva, sin aprovechar ninguna caída. Tanto Vingegaard y Pogacar dejaron una escena de gran deportividad sellada con un apretón de manos en plena carrera.