El salto al cielo de Duplantis por valor de 100.000 dólares
El atleta sueco puso un brillante colofón a los Mundiales de Atletismo con el récord mundial de pértiga: un salto de 6,21 metros
Un salto de 6,21 metros que mejoraba en un centímetro su propio récord mundial de pértiga adornó el primer título mundial del sueco Armand Duplantis, que puso un brillante colofón a los Mundiales de Atletismo que se han celebrado en la ciudad estadounidense de Eugene y en los que España ha conseguido dos medallas: bronce de Asier Martínez en 110m vallas y bronce de Mohamed Katir en el 1.500.
Duplantis, que partía como gran favorito y una de las principales figuras de esta cita deportiva, se quedó solo contra el listón a partir de los seis metros y logró su nuevo récord al segundo intento. El estadounidense Chris Nilsen y el filipino Ernest John Obiena compartieron marca de 5,94 y tuvieron el honor de compartir con el sueco la ceremonia de entrega de medallas, en tanto que el brasileño Thiago Braz, campeón olímpico en Río 2016, se quedó a las puertas de la presea con 5,87.
El salto de Armand Duplantis fue uno de los momentos más esperados de todo el Mundial y por ello la organización lo dejó para el último día. Había en juego 100.000 dólares extra por el récord, sumados a los 70.000 ya esperados de su victoria. Tras lograr el pasado 30 de junio la mejor marca mundial de la historia al aire libre con 6,16 metros en Estocolmo, el reto de Duplantis, de 22 años, era conseguir su primer título mundial para completar una colección que incluía ya el título olímpico, el mundial en pista cubierta y los europeos tanto en sala como al aire libre.
Esta vez el récord no era su objetivo primordial. Lo más importante para él era borrar la decepción del Mundial de Doha, donde fue superado por Sam Kendricks. La ausencia aquí del estadounidense, que se recupera de una operación quirúrgica de rodilla, desbrozaba el camino del sueco hacia su primer título mundial. Se llevó las dos cosas: el oro y el récord.
Duplantis esperó a que el listón estuviera en 5,70 para estrenarse. Lo saltó a la primera y renunció a la altura siguiente para regresar en 5,87. Ahí cometió su primer nulo, pero fue un error anecdótico. La altura de 5,94 seleccionó a los tres medallistas, porque también la superaron Nielsen y Obiena.
El campeón olímpico se quedó solo a partir de los seis metros. Pidió primero 6,06 metros para batir el récord de los campeonatos (lo hizo a la primera) e inmediatamente después atacó su récord mundial con la barra situada a 6,21 para batir por un centímetro el que logró el pasado mes de marzo en los Mundiales en pista cubierta de Belgrado.
A la segunda, la plusmarca cayó y el sueco se va de Eugene con un premio de 100.000 dólares por el récord y de 70.000 más por la victoria. Lo celebró emocionado, saltando de alegría, acercándose al público y cogiendo una bandera sueca. No es para menos, ha puesto ya su nombre en la historia del atletismo.