Van Aert se consagra como el ciclista total: ¿podría ganar el Tour de Francia?

El Jumbo Visma se ha arrancado la espina clavada desde hace dos años en aquella cronoescalada en la que Tadej Pogacar arrebataba el maillot amarillo a Primoz Roglic en la misma puerta de París. El triunfo de Jonas Vingegaard en esta edición de 2022 supone el éxito definitivo para un equipo que lleva años entre los grandes dominadores del pelotón.

Vingegaard se lleva la gloria francesa, pero es otro corredor quien acapara buena parte de los titulares y los análisis: Wout Van Aert. El belga ha conquistado el maillot verde, ha ganado tres etapas, se llegó a vestir de amarillo y, más allá de eso, ha sido fundamental en el devenir de la carrera y en el triunfo final de su compañero danés.

El Tour de 2022 ha ratificado la excepcional calidad de un ciclista que a sus 27 años cuenta con un palmarés de ensueño y que ha demostrado su capacidad dominante en todos los terrenos. Tras su duelo en la categoría de ciclocross con otra joya de la bicicleta como Mathieu Van der Poel, donde fue tres veces campeón del mundo, su paso al ciclismo de ruta estaba marcado por una expectación que ha sido correspondida.

Ciclista todoterreno

Van Aert puede vencer entre los grandes velocistas al sprint y su fuerza como rodador también le hace sobresaliente en esas espectaculares llegadas con cierta pendiente, como demostró en la octava etapa de este Tour, con final en Lausana. Esta cualidad le hacen estar entre los favoritos durante la temporada de clásicas y ya ha ganado pruebas del nivel de la Milán-San Remo, Strade Bianche o Amstel Gold Race.

Pero el belga también es bueno en la contrarreloj y es capaz de plantar cara, e incluso derrotar, al mismísimo campeón del mundo de una especialidad en la que él es segundo. Lo ha hecho, sin ir más lejos, en la penúltima etapa de este Tour de Francia.

El corredor de Jumbo Visma se ha pasado buena parte de la ronda gala en fuga. De especial valor tienen sus escapadas en las etapas de montaña, donde ha sido fundamental para «esperar» Vingegaard, ofrecerle su rueda en los grandes puertos y secar a sus rivales. En las rampas del mítico Hautacam fue Van Aert con su aceleración quien eliminó definitivamente a Pogacar. Su calidad en las etapas para escaladores se ratifica con su victoria en la jornada del Tour de 2021 en la que se ascendió dos veces al legendario Mont Ventoux.

¿Potencial ganador del Tour?

Wout Van Aert destaca en el llano, la montaña y en la contrarreloj. Ante esta realidad, la gran pregunta: ¿puede ganar el Tour de Francia? La respuesta podría ser afirmativa, al menos a la hora de contarlo entre los favoritos del pelotón. Sin embargo, esta posibilidad conlleva una serie de matices que habría que aclarar.

Muchos de los ciclistas que se perfilan para las grandes vueltas centran buena parte de su calendario en estas citas. Es cierto que nuevos talentos como Tadej Pogacar han conseguido diversificar sus objetivos, pero es habitual que se apueste todo a una única baza. Si Van Aert aspira a ganar el Tour de Francia sería a costa de sacrificar otras grandes carreras que, como ya ha demostrado, puede ganar.

Su calidad en la montaña también ha quedado probada. Su labor como gregario y sus fugas han sido fundamentales para el triunfo de su compañero del Jumbo Visma en París. Ahora bien, no es lo mismo trabajar para otro corredor que asumir en primera persona la batalla contra el resto de contendientes. En esta edición de la Grande Boucle hemos visto a Pogacar atacar una y otra vez para intentar dejar atrás a Vingegaard, ¿resistiría esa sucesión de cambios de ritmo un corredor que no cuenta con el físico de un escalador?

Sobre su fondo hay pocas dudas y quedan descartados los comentarios sobre lo larga que se le podría hacer una carrera de tres semanas. Van Aert ha aguantado y ganado durante las 21 etapas del Tour. Si le sumamos la posibilidad de ir a rueda de sus compañeros y ejercer de líder, con las «facilidades» que eso implica, se podría sumar un punto a su perfil de potencial ganador.

Una obsesión peligrosa

El belga no ha evidenciado en ningún momento su intención de aspirar al maillot amarillo. Más allá de que lo pueda lograr, cabe una última reflexión sobre una hipotética obsesión con lograrlo. Wout Van Aert ha recibido el reconocimiento unánime de la afición por su actitud durante toda la carrera, lo mismo que le sucede a lo largo de toda la temporada cuando es un factor clave en la espectacularidad de pruebas como la París-Roubaix, el Tour de Flandes o el mundial de ciclismo en ruta.

Si a ese reconocimiento le sumamos multitud de triunfos en etapas y pruebas de un día, ¿qué sentido tiene dejar todo eso para enfrascarse en una batalla sin garantías que puede acabar por relegarlo a un sexto puesto en la clasificación general del Tour? Muchos han sido los ciclistas de excelente calidad que han hipotecado su trayectoria por una obsesión amarilla que de poco ha servido. Por suerte, hay en el actual pelotón un nutrido grupo de corredores que saben valorar otro tipo de objetivos y desatan pasiones más allá de las tres semanas de julio que dura la ronda gala.