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Alejandro Valverde, en primer plano, durante una etapa de la Vuelta a Burgos@Movistar_Team

Ciclismo

Movistar se apunta a las 'carreras de pueblo' para salvar los muebles

Acuciado por el peligro de descender, el equipo emblema del ciclismo español cambia los planes y acude a pruebas menores en busca de puntos

Gorka Izagirre fue uno de los ciclistas del Movistar Team que no terminaron el Tour de Francia. El español abandonó la ronda gala antes de tiempo, pero no fue ni mucho menos por bajo nivel o por decisión propia. En los últimos días de la carrera el equipo le ordenó que dejara el Tour y se volviera a España para preparar la Clásica de Ordizia, una tradicional prueba de un día que se disputó el pasado 25 de julio en esta localidad guipuzcoana. Si Movistar tomó esta decisión –y quitó esa cierta gloria deportiva a Izagirre– fue por la acuciante necesidad de sacar puntos para la clasificación UCI World Tour.

Sirva este caso para ejemplificar la situación prácticamente agónica que vive el equipo emblema del ciclismo español sufriendo como nunca por una salvación en la élite que ahora tiene pero que hasta final de año vivirá sin saber si es segura. El descenso del Movistar es ya uno de los temas más comentados en el pelotón y seria dramático para el ciclismo español, uno de los mayores golpes para este deporte.

Tras el decepcionante paso de Enric Mas por el Tour, con abandono final, al Movistar se le complicó aún más su futuro en esta clasificación –el UCI World Ranking– que mide por puntos a los equipos que forman parte del mundo de ciclismo. Es difícil de entender y seguir, con una puntuación global que no se cuenta por año sino por periodo de tres temporadas (este 2022 es la última de ese ciclo) y un sistema de puntaje algo lioso ya que cuentan el puesto de cada ciclista del equipo en una carrera oficial, la clasificación anual de los 10 ciclistas con más puntos del equipo, el tipo de carreras... un sinfín de parámetros, algunos de ellos injustos. Por ejemplo, hay carreras de un segundo o tercer nivel que aportan unos valiosos puntos, a pesar de que los principales equipos no acuden a ellas. Y en eso está el Movistar ahora, en 'carreras de pueblos'. Sirva la definición para que sea más entendible, con todo el respeto para todas estas carreras.

Es por ello que el Movistar, con buenos ciclistas, se apunta a pruebas menores hasta hace años impensable de participar. Un caso es el Tour de Valonia, a dónde fue el equipo español con Oier Lazkano, José Joaquín Rojas o Alex Aranburu que sin estar ninguno en el top 10 de la clasificación general sí consiguieron algún que otro buen puesto en alguna etapa (victoria incluida) que dio importantes puntos al equipo.

Los ciclistas de Movistar que participaron en el Tour de PoloniaEFE

Otro claro ejemplo es el Tour de Langkawi, otra prueba por etapas en Malasia que se correrá en octubre y donde Movistar ya ha confirmado su presencia. Lo hace únicamente por ganar puntos -que serán los últimos de la temporada- y así asegurar su presencia en lo que podríamos definir como la primera división del ciclismo. Pasa lo mismo con dos carreras en este mes de agosto, el Tour de l'Ain, en la frontera de Francia con Suiza, y el Tour de Limousin, también en Francia. Han renunciado para ello a la Volta a Portugal. La presencia en este tipo de carreras es el resultado a tres malos años con resultados pobres y una planificación incorrecta que se ve con más crueldad ahora. El peligro de descenso sigue siendo una realidad y de ahí que Movistar tenga que rebajarse a estas pruebas menores. Y, como es normal, quienes compiten por esas plazas de salvación hacen lo mismo y también acuden allí donde puedan rascar más puntos.

Con Alejandro Valverde en la temporada de su retiro, el murciano también ayuda a la causa común con su presencia en San Sebastián y en la Vuelta a Burgos. Especial relevancia tendrá su papel en la Vuelta a España, que arranca el 19 de agosto, y que también marcará el futuro más inmediato del Movistar. Si se desciende no se tiene licencia para las grandes carreras ciclistas del año, de ahí que haya 'desesperación' por participar en cualquier prueba y que hayan tenido que cambiar todos los planes iniciales.

Por eso también tienen previsto estar en en la Clásica de Bretaña, en el siempre prestigioso Giro de Lombardía en otras pruebas a correr en Norte América como Montreal o Quebec. De los 20 equipos actuales en la clasificación UCI descienden dos a final de año, que serían en la actualidad Israel Premier Tech y Lotto Soudal. El Movistar marca la salvación, con 738 puntos por encima de la quema. Es una diferencia pequeña pero que tampoco se remonta en una semana. Es por ello que el equipo español tiene aún aire, pero está al borde del desastre.