Jon Rahm gana el Masters de Augusta en otro día histórico para el golf español

Del armario del golf español ya cuelga una nueva chaqueta verde: la que se ha enfundado Jon Rahm después de una maratoniana jornada de golf en el Masters de Augusta 2023. Este domingo había que terminar la tercera ronda, interrumpida por la lluvia, y completar la cuarta. No era un domingo cualquiera. Era el día en el que se cumplían cinco años del triunfo de Sergio García en Augusta. También el día en que Seve Ballesteros habría cumplido 66 años. Y era el Domingo de Resurrección. El día no es que tuviera algo de especial. Es que lo tenía todo. Como Jon Rahm, que tiene todo de especial en este deporte y que se empeñó en demostrarlo con otra exhibición de juego, inteligencia y gestión emocional. Ya tiene su chaqueta verde. La primera, porque habrán de venir más.

El león de Barrica salió a morder este domingo al Augusta National Golf Club. Primero completó su tercera vuelta a dos golpes de Brooks Koepka, un líder que ya no lo parecía tanto como los días anteriores. Después, en la última ronda, Rahm devoró a Koepka. Y a Koepka lo devoró la presión. Con sus tres bogeys en la primera mitad del recorrido, al estadounidense se le puso cara de presa. Y Rahm, que en el campo de golf huele la sangre como pocos, empezó a cercarlo. Enseñó sus garras, en plural, y su garra, en singular. Como lo es su soltura en el juego largo, su precisión en el corto y su lectura de los greenes como si fueran libros abiertos. Rahm se encaramó al liderato y ya no se bajó de ahí.

Mientras Phil Mickelson, a sus 52 años, firmaba una espectacular tarjeta de 65 golpes, siete bajo par, para terminar segundo, a Koepka se le volvía el campo cuesta arriba y Rahm lo recorría caminando como si se tratase de un tranquilo paseo dominical por el campo, gestionando con maestría su conquista y sus emociones. Rahm terminó el torneo con -12, cuatro golpes de ventaja sobre el zurdo Mickelson y el desdibujado Koepka. El libro de Jon Rahm ha escrito en verde una nueva página de oro con su segundo Grand Slam. Y a sus 28 años, ese libro está abierto de par en par. De birdie en birdie.