Fundado en 1910

Ian Nepomniachtchi y Ding Liren se saludan antes de una partida del MundialEFE

Nepo y Liren intercambian golpes en un reñido Mundial de Ajedrez

La renuncia de Magnus Carlsen al título de campeón del mundo hizo temblar los tableros. El ajedrez se enfrenta a un cambio de época y el duelo entre Ian Nepomniachtchi y Ding Liren no puede ser mejor comienzo. Ambos jugadores están protagonizando un Mundial emocionante y en el que han optado por no reservarse nada.

Después de seis partidas, a una de llegar a la mitad del torneo, la igualdad es absoluta y no por una interminable sucesión de tablas. Si esa era la tónica habitual en los últimos mundiales ganados por el noruego, en Astana el marcador refleja un empate a 3, pero con dos victorias para cada uno de los jugadores.

Este tercer bloque de dos partidas ha sido, quizá, el más interesante de lo que llevamos de Mundial. Tras la jornada de descanso, Nepo volvía a la carga para espantar a sus propios fantasmas y aprovechaba las blancas para salir al ataque. Giraba en torno al tablero y su rival como un tiburón sabiendo que la posición le favorecía. Que este torneo está siendo distinto lo demuestra el hecho de que Liren no supiese ver el desarrollo que le permitía librarse de la red que le tendía el ruso. Tras 48 movimientos y algo más de tres horas de match, el chino reconocía su derrota.

Nepo observa a Liren y el tablero durante la quinta partida del MundialEFE

Lejos de venirse abajo, Ding Liren solo tuvo que esperar unas horas para devolver la igualdad a su duelo contra Ian Nepomniachtchi. La sexta partida ha sido la más intensa y bonita de lo que llevamos de Mundial. Los diversos analistas han puesto el foco en el avance del peón a5 como clave del avance chino y la consolidación de una posición con blancas que estrangulaba las posibilidades del ruso. De nuevo, el ajedrez se demostró humano y Nepo perdió cualquier posibilidad de sobrevivir con una serie de movimientos rápidos y desacertados provocados por la presión de Liren. Cuatro horas después del primer movimiento el ruso volvía a perder su ventaja y era derrotado antes de la jornada de descanso.

Hay que remontarse a duelos históricos como el de 1981 entre Anatoli Karpov y Viktor Korchnoi o el de 1972 entre Boris Spasski y Bobby Fischer para anotar cuatro victorias en las seis primas partidas. Sin duda, la necesidad de remontar y no perder opciones en el Mundial abre la puerta a un match reñido y emocionante con posibilidad de decantarse para cualquiera de los dos lados del tablero.

Tras la jornada de descanso, Ian Nepomniachtchi y Ding Liren jugarán la séptima partida del Mundial de Ajedrez mañana. Todavía queda mucha batalla por delante en Astana y los jugadores deberán demostrar una gran solidez para no perder un ritmo que se prevé altísimo hasta el final.