Ding Liren gana el Mundial de Ajedrez con un preciso zarpazo
A sus 30 años, se convierte en el primer chino campeón y abre una nueva era después de los diez años de dominio de Magnus Carlsen
Puede parecer increíble, pero los últimos instantes del Mundial de Ajedrez han sido de infarto. La cuarta partida rápida de desempate ha sido definitiva después de tres empates. Ian Nepomniachtchi ha vuelto a disfrutar de una posición ventajosa, pero Ding Liren ha hecho gala de un juego perfecto en defensa. Parecía agazapado frente al tablero de Astaná, esperando su momento.
Con apenas un minuto en el reloj y una disposición de piezas que dejaba la partida abierta a peligros y emboscadas, Liren ha dado un zarpazo que noqueaba al ruso. La cara de Nepo era un poema, la gloria se le escapaba por segunda vez. Su decisión de avanzar con la dama para presionar al rey suponía su perdición y Ding Liren no ha dejado pasar la ocasión asestando un golpe definitivo en la última partida rápida antes de un segundo y todavía más veloz desempate.
Hasta ese momento, los duelos han seguida la tónica que hemos vivido durante todo este mes en la capital de Kazajistán. Liren y Nepo han protagonizado tres match de 25 minutos muy abiertos y en la que ambos han corrido peligro. El ruso ha tenido las de ganar en varias ocasiones, especialmente en la segunda ronda, pero, como le ha ocurrido en las partidas clásicas, no ha sabido rematar a su rival, que parecía ponerse en «modo computadora» en el momento más delicado.
A Ding Liren le ha bastado una oportunidad en el momento perfecto para tumbar al ruso. Se convierte así en el primer ajedrecista chino campeón del mundo y permite al gigante asiático lucir un título que es mucho más que un logro deportivo. El reinado de Magnus Carlsen se termina después de una década y se abre una nueva era en la que la igualdad es mucho mayor.
El Mundial de Ajedrez 2023 será recordado por su igualdad y emoción. Durante un largo mes, Ian Nepomniachtchi y Ding Liren han ofrecido a los aficionados un duelo humano. Catorce partidas clásicas en las que las jugadas maestras también dejaban paso a errores y colapsos.
Chino y ruso han intercambiado golpes y las tablas han sido más casualidad que norma. ¿Hubiera ganado el noruego con facilidad? Pues nunca lo sabremos y una cosa está clara, para hacerlo tendría que haber estado sentado en el salón de Astaná y no emitiendo en Twitch después de su renuncia por aburrimiento.