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Tadej Pogacar y Eddy MerckxPaula Andrade

Tour de Francia

Tadej Pogacar solo tiene un techo en el ciclismo, el de Eddy Merckx

El esloveno se presenta en el Tour de Francia para recuperar el trono y demostrar que lo tiene todo para convertirse en leyenda

Pogacar arrasa, Pogacar domina, Pogacar conquista... son titulares que pudieron leerse cada pocas semanas durante los primeros compases de la temporada ciclista. A sus 24 años, el esloveno Tadej Pogacar ha decidido hacer historia en el pelotón y compagina su lucha por las grandes vueltas con pruebas reservadas habitualmente a los especialistas y 'clasicómanos'. Solo una caída en la la Lieja-Bastoña-Lieja frenó una primavera histórica y puso en jaque su preparación para la gran cita del año.

El de Pogacar es un ciclismo de otra época y su hambre de victorias solo se puede comparar con la del 'Caníbal' Eddy Merckx, que dominó las carreteras entre 1965 y 1978. Durante una década, el belga hizo suyo el pelotón y venció una y otra vez en el Tour, el Giro, el Mundial y es uno de los tres corredores que atesora los cinco monumentos del ciclismo. Su palmarés no se quedó ahí y cuenta con triunfos en la Vuelta a España, la París-Niza, el Dauphiné y hasta en pruebas en pista.

Eddy Merckx, escoltado por Luis Ocaña y Raymond Poulidor en el Tour del 72AFP

Los registros de Merckx son prácticamente inalcanzables. Sin embargo, los números de Pogacar permiten situarlo cerca del mejor ciclista de todos los tiempos. El corredor de UAE ya ha ganado dos Tour de Francia y esta temporada ha decidido darlo todo en las grandes pruebas de un solo día. Si en 2022 ganaba la Strade Bianche, la Lieja-Bastoña-Lieja y el Giro de Lombardia, en 2023 se ha impuesto en citas como el Tour de Flandes, la Amstel Gold Race y la Flecha Valona.

Los triunfos de Pogacar en carreras como el Tour de Flandes tienen un mérito especial. El esloveno, con su fino cuerpo de escalador, se enfrenta de tú a tú a ciclistas como Mathieu van der Poel y Wout van Aert, verdaderos especialistas sobre los adoquines. Quizá la ligereza del de UAE sea su única limitación a la hora de encarar el único monumento que no ha disputado, la durísima París-Roubaix.

La nota negativa la puso la caída en Lieja en la que se rompió el escafoides izquierdo y el hueso semilunar. El esloveno tuvo que pasar por quirófano y cambió sus planes de entrenamiento de cara a la joya de la corona: el maillot amarillo del Tour. Nada parece haber cambiado en este tiempo y la vuelta a la competición del joven esloveno ha sido por todo lo alto pues ha ganado el campeonato nacional de su país en ruta y contrarreloj.

Reconquistar París

Más allá de las victorias en las clásicas de primavera, el principal objetivo de Pogacar en la temporada está claro: el Tour de Francia que comenzó este sábado en el País Vasco. El año pasado, Jonas Vingegaard dio la sorpresa y se impuso en los Campos Elíseos. El danés del Jumbo-Visma tiene un perfil mucho más vueltómano y es extraño verlo en otro tipo de pruebas que no sean las carreras por etapas que le sirvan de preparación para la ronda gala.

Pogacar y Vingegaard ya se vieron las caras este 2023. Lo hicieron en la París-Niza y la victoria fue para el esloveno. Además, las etapas de montaña evidenciaron una mejor forma del de UAE, que incluso dejó una imagen que se recordará toda la temporada: el danés atacó sin éxito para verse después superado por su máximo rival, que antes de lanzar su demarraje sonreía a las cámaras de televisión.

Tadej Pogacar celebra la victoria en la séptima etapa de la París-NizaEFE

Ese gesto de Pogacar no es más que una evidencia de su estilo como ciclista. Después de años de tedio en las grandes vueltas provocado por el «trenecito» de equipos como el Sky, la valentía de corredores como el esloveno es un soplo de aire fresco para los aficionados. Lejos de reservarse para los kilómetros finales, el de UAE no duda en lanzar sus ataques desde lejos y convertir los puertos en verdaderas emboscadas.

Pogacar lidera una generación dorada que está llamada a escribir una página brillante en la historia del profesionalismo. Junto a él, y los corredores ya citados, Remco Evenepoel, Juan Ayuso, Richard Carapaz, Primoz Roglic o Enric Mas son el presente de un deporte que sigue llenando las cunetas de medio mundo para animar y celebrar el paso de los 'esforzados de la ruta'.