Rubiales subvenciona al equipo de fútbol sala de García con una ayuda de 250.000 euros

Una noche de radio. De esas que España esperaba ansiosa para conocer contra quién iba a cargar José María García. Da igual la emisora, lo importante era la denuncia, escuchar a las partes, al propio presentador ordenar cuándo y cómo debía resolverse el conflicto.

Ahora imaginemos que, en el Supergarcía de turno, el periodista más influyente de España pusiera en fila a los presidentes de 15 clubes de la primera división del fútbol sala español. También al máximo dirigente de la RFEF y a un representante de Movistar Inter.

Un cuarto de millón de euros

En ese momento, García desvelaría que la federación de Luís Rubiales riega con 250.000 euros a Movistar Inter mediante una subvención hecha específicamente para ese club. Que los requisitos se redactan para que coincidan con el detalle de la actividad que aparece en la web del club, una acción solidaria que ejecuta desde 2007 llamada Gira Megacracks.

García interrogaría a cada presidente para conocer qué opina sobre que la RFEF adultere la competición que ella misma organiza entregándole tal cantidad de dinero a uno sus rivales. Interpelaría a Rubiales para conocer por qué esa ayuda se pone en práctica una vez que aterrizan en la RFEF dos exjugadores y exdirectivos de Movistar Inter. El club premiado sería un mero oyente que podría defenderse con la legalidad del procedimiento y poco más.

Esta ensoñación periodística se convierte en realidad en el momento de que el hecho denunciado es cierto. Una ayuda de 250.000 euros concedida por segundo año consecutivo de la RFEF a un club de fútbol sala que participa en su competición.

Silencio entre los clubes

El problema es que el club que lo recibe es el capricho que se dio García allá por los años 70 y que ha utilizado en beneficio de las cruzadas personales que ha librado. Otro, es que, de los 17 clubes de primera división, la mayoría guarda silencio sobre esta entrega de dinero y no quieren pronunciarse porque las cosas no son fáciles para los que se mantienen en la LNFS en comparación con los que abrazaron las promesas de la federación.

Desde el propio club responden a El Debate asegurando que no van a hacer ningún tipo de comentario al respecto. Desde la RFEF, amplían la respuesta y aseguran que es un proceso «reglado y se lleva a cabo a través de una convocatoria pública». Lo más curioso es que la propia RFEF asegura que «ningún club se beneficia de esta ayuda para su presupuesto deportivo» por lo que el cuarto de millón de euros tendría que ir destinado a otros fines y que eso se garantiza mediante «documentación de gastos y facturas del proyecto». Eso provoca que, o el presupuesto de la Gira Megacracks pasa al club para pagar nóminas, o que esta gira solidaria tiene que justificar mediante facturas que gasta ese dinero durante toda la temporada en su recorrido por España. Indemostrable en todo caso.

Cualquiera que siga algo el fútbol sala, estará al tanto de que el Barça es la gran potencia de este deporte. Le ayuda un presupuesto considerable que, para la próxima temporada y, según el propio Joan Laporta, será de unos cinco millones de euros. Eso incluye los recortes obligados del 15 % en unas secciones que se llevan más de 500 millones de euros desde 2010.

Presupuestos

El siguiente presupuesto conocido es del actual campeón de Europa, Palma Futsal, que asciende a 1,1 millones de euros. Jaén Paraíso Interior llega a los 1,3 millones, aunque 500.000 euros los aporta la Diputación Provincial para proyectar la imagen de la ciudad.

No se sabe mucho más de los presupuestos de los equipos de la primera división del fútbol sala español, pero se apunta a cantidades entre 400.000 euros para los más humildes de Primera y el millón de euros.

Los negocios de Piqué como jugador del Barcelona en activo con la RFEF para organizar torneos en los que participaba el propio jugador tienen ahora una nueva variante en el fútbol sala con el subsidio que recibe Movistar Inter y que en ningún caso debería ir destinado a pagar nóminas.

Tras la salida del equipo de Torrejón de Ardoz de la Liga Nacional de Fútbol Sala, los peones de García tomaron posiciones en la RFEF. El club necesitaba apretarse el cinturón y algunos cargos directivos de renombre tuvieron que salir. El primero fue Luis Amado, el mejor portero de todos los tiempos, fue director de Relaciones Institucionales de Movistar Inter desde 2016 a 2019, año en el que se marchó a Las Rozas con el cargo de Embajador y representante nacional de la RFEF.

Lorente y Luis Amado

En 2022 fue el turno para Javier Lorente, otro gran jugador de los años 90, que fue director deportivo de Movistar Inter desde 2013 y que pasaba a ocupar el cargo de director de competiciones de fútbol sala de Primera y Segunda división.

En la temporada 2021/2022, la RFEF puso en marcha el programa ‘Somos +’ con la finalidad, entre otras, de «colaborar con aquellos clubes no profesionales que participan en competiciones de ámbito estatal cuando estos promueven, desarrollan y organicen actividades de participación y activación en el fútbol y en el fútbol sala no federado en todo el territorio nacional».

Aquí entra en juego la iniciativa Megacracks que José María García inició en 2007 y de la que diría en 2013 en una entrevista en Marca que «no existe en todo el mundo un invento así». Este invento consiste, según la web del club, en «Trasladar a los niños y niñas los mensajes positivos que el Fútbol Sala y el deporte llevan consigo» además de fomentar «buenos hábitos», «los valores del esfuerzo y del trabajo», «solidaridad con el compañero» o la «superación».

Luis Amado fue nombrado en 2016 coordinador y embajador de la Gira Megacracks por parte de Movistar Inter

La gira recorre toda España y tiene como patrocinadores a la RFEF además de Marca, Fundación la Caixa y Joma. Hay que recordar que Luis Amado fue nombrado en 2016 coordinador y embajador de la Gira Megacracks por parte de Movistar Inter.

Hasta aquí encaja lo que venía haciendo Movistar Inter desde 2007 con lo que pone como condición la RFEF para acceder a la ayuda de ‘Somos +’. Después llegan los requisitos para cobrar «una cantidad máxima de 500.000 euros», es decir, la mitad del presupuesto de cualquiera de los clubes mencionados anteriormente.

Condiciones

«Las actividades de promoción activa de los participantes deben desarrollarse física y territorialmente en un mínimo de 5 Comunidades Autónomas», exige la RFEF coincidiendo con un mapa que el equipo de García tiene en su web con todas las regiones que ha visitado la gira.

Otro punto pide «La participación de los deportistas en las actividades de promoción y desarrollo» y que «la participación acumulada sea de un mínimo de 5.000 participantes distintos». Exactamente los condicionantes de la gira Megacracks de los que ya presumía en su web anunciando que «Los mejores jugadores del mundo de fútbol sala demuestran su condición, sin escatimar una gota de esfuerzo, para corresponder a los más de 162.000 corazones que les entregaron su cariño y admiración».

Por último, las cantidades destinadas de ese total de medio millón de euros. «Las ayudas serán de un mínimo de 20.000€ y un máximo de 250.000€», asegura el documento federativo que «se incrementará proporcionalmente y hasta un máximo de 250.000€ en función del número de territorios a los que alcance el programa y del número de participantes».

Jimbee Cartagena

Con fecha 26 de julio de 2022, un documento de la RFEF concedía a Movistar Inter la cuantía máxima de 250.000 euros. La misma resolución dejaba fuera a ocho equipos de categorías inferiores del fútbol sala español.

Casi un año después, el 11 de julio de 2023, la RFEF volvía a conceder 250.000 euros a Movistar Inter, aunque esta vez incluía al C.D Salesianos Puertollano con 45.000 euros, uno de los clubes a los que se le denegó el año anterior por no cumplir los requisitos.

Llama la atención que, entre los equipos a los que no se les concede la ayuda, se encuentra Jimbee Cartagena, un club de primera división que también ejerce actividades de promoción del deporte que define en su web como «Más de una treintena han sido los colegios visitados por los del Palacio, consiguiendo así que el público más joven se pasara por el feudo de la avenida del Cantón. A la par, han sido más de veinte las asociaciones que le han dado la mano al equipo, usuarios y monitores, en cada partido disputado en nuestra pista». La resolución definitiva de la RFEF alega que Jimbee Cartagena no tiene derecho a subvención por no estar presente en cinco comunidades autónomas además de que los cartageneros no acreditaron el desarrollo efectivo de la actividad con carácter previo.

En el caso de Salesianos Puertollano, en su web se anuncia el programa ‘Somos +’ y se explica que «Las jugadoras del Merkocash Salesianos Puertollano, equipo de 2ª División Nacional Femenina, interaccionan con los alumnos participantes». En este caso, la puesta en marcha ha sido posterior a concesión de subvenciones de la RFEF.

Movistar Inter, como club histórico y el más laureado del mundo del fútbol sala, tiene la capacidad de recorrer España y dar cita a miles de niños para fomentar los valores del deporte y la inclusión de los desfavorecidos. El problema es que el resto de los clubes, a excepción del Barça, tienen influencia en su comunidad autónoma y es muy complicado que puedan salir y dar cita a tanta gente como exige la norma. De ahí que, aunque todo quede en un marco legal, los clubes piensen que es una adulteración en toda regla del campeonato.

Televisión

Jimbee Cartagena tiene que asumir ahora una resolución que les priva de una inyección económica importante y que solo recibirá un club porque las condiciones están preparadas para mantener un presupuesto muy mermado en los últimos años.

Además, esta temporada apenas habrá retorno económico televisivo y se espera que los derechos se los repartan Teledeporte y TV3, por lo que el Barça será el equipo más beneficiado mientras que el partido en la televisión pública se lo repartirán el resto de equipos cada 15 días y si no hay otro evento que obligue a pasar el fútbol sala a la web. Y eso se traduce en una exposición mediática mínima con el perjuicio que supone para los patrocinadores.