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Javier Habans y su entrenador, Jesús de la Villa, tras ganar el MundialFEDA

Quién es Javier Habans, la perla española de 16 años que brilla por el mundo con el ajedrez

El ajedrez es uno de los deportes que más esfuerzo mental requieren. Normalmente no tiene el reconocimiento que merece y en España no es excesivamente popular, pero aun así contamos con una joven perla de 16 años, Javier Habans (Pamplona, 2008). Un chico que con cuatro años se presentó en el club polideportivo Overena de su ciudad natal de la mano de su hermana, que le había enseñado a jugar dos años antes.

Nada más verlo en el club, que lo dirigía Jesús de la Villa, un experimentado jugador y su actual entrenador, vieron en él un potencial espectacular. Un diamante que había que ir puliendo hasta llevarlo a ser el mejor del mundo. Ya con ocho años fue cuarto en el Europeo sub 8 de Praga 2016, pero la suerte no le terminó de acompañar hasta este campeonato del mundo en Florianópolis (Brasil), donde ha ganado el Mundial sub 16, invicto en once jornadas.

Habans se proclamó el pasado domingo campeón del mundo sub-16, algo que ningún español había logrado antes. Lo más cercano son los títulos de Francisco Vallejo (sub-18, en el año 2000) y Pedro Ginés (sub-14, en el año 2018). Unos títulos que evidencian el gran momento que está atravesando el ajedrez español.

Este triunfo tiene a Habans emocionado y le hace darse cuenta de la importancia del trabajo duro. Es la recompensa a una infinidad de horas estudiando nuevas jugadas. «Por la noche, cuando me convertí en campeón, no me daba cuenta del todo de lo que estaba sucediendo. Ahora, tras dormir, con la cabeza en calma, es una pasada, porque veo la culminación de un trabajo de miles de partidas y horas de entrenamiento. Y eso hace que me sienta en una nube», comenta el nuevo campeón a El País.

Un entrenador que siempre confió

No se puede entender el triunfo del joven de 16 años sin Jesús de la Villa, que también ve como las metas que se pusieron hace tiempo se han logrado: «Una sensación nueva, de enorme liberación. No sólo se cumple un sueño, sino que siento que la misión y el objetivo que me había marcado se han logrado para siempre, quedarán ahí, inamovibles».

Y es que si algo ha demostrado el joven Habans es su capacidad para sobreponerse cuando vienen mal dadas. El navarro comenzó el torneo, que se dirime por un sistema suizo que lo convierte en completamente aleatorio, de manera intratable. Nadie le tosió en las seis primeras partidas y se las llevó todas, pero a la hora de la verdad la presión hizo mella y estuvo varias veces con posiciones perdedoras o muy delicadas, sobre todo en la novena partida.

Javier Habans, durante el mundial sub-16 en FlorianápolisFIDE

Sin embargo, supo resistir y las salvó todas. Para la historia quedará la resistencia ante el alemán Bennet Hagner, que ha sido cuarto al final. Una vez que ganó las seis primeras rondas no necesitaba ganar cada partida porque era líder en solitario, pero su juego conservador le empezó a pasar factura aunque siempre fue fuerte de mente y terminó llevándose una partida más, en la penúltima, para cerrar el campeonato.

Once veces campeón de España en diferentes edades y modalidades, oro por equipos en el Europeo sub-18 de rápidas y bronce en el sub-16 de la modalidad relámpago, Habans redondea un palmarés muy sobresaliente que para su entrenador es la confirmación de que estamos ante una nueva estrella: «Había conseguido cosas pero viendo su potencial esperábamos que consiguiese algo así».

Ahora, después de este gran éxito, llega la hora de la verdad para Habans, que está estudiando bachillerato y después irá a la universidad. «Es muy difícil ser profesional. Hay que alcanzar un nivel de juego muy alto. Ahora está el mil y pico en el ranking, pero tendría que estar entre los 100 primeros para dedicarse profesionalmente», explica su entrenador en el citado medio.

Por ello, de momento no quiere pensar si escogerá el camino del profesionalismo o si finalmente se dedicará a otra cosa. Es turno para disfrutar de la adolescencia y pensar las cosas con calma. «Si veo que mis resultados siguen brillando y subo mucho, me lo plantearé seriamente», asegura Habans.