Carteles por las calles de Buenos Aires en referencia a Maradona

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Tres claves del juicio por la muerte de Maradona a un mes de que comience

El proceso judicial se centrará en la presunta negligencia médica, las responsabilidades del equipo de salud y el impacto del caso en la opinión pública argentina

A medida que avanza el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, el proceso judicial que busca determinar si hubo negligencia médica ha puesto el foco en los últimos quince días de vida del astro argentino. Siete profesionales de la salud están acusados de homicidio simple con dolo eventual y se enfrentan a cargos que podrían derivar en condenas graves.

Durante las audiencias, peritos de distintas especialidades han detallado el delicado estado de salud que presentaba Maradona antes de fallecer. La autopsia reveló una serie de patologías preexistentes: cirrosis hepática, enfermedad pulmonar crónica, un agrandamiento notable de la cavidad abdominal, problemas renales y una miocardiopatía dilatada. El corazón del exfutbolista, según los especialistas, pesaba más del doble de lo normal y mostraba signos de isquemia.

La acusación sostiene que estas condiciones fueron subestimadas por el equipo médico, y apunta directamente al doctor Leopoldo Luque, quien era su médico de cabecera. Este jueves, en la décima audiencia del juicio, el cardiólogo Oscar Franco declaró que Luque se negó, en septiembre de 2020, a realizar un estudio cardíaco clave que podría haber revelado riesgos importantes.

Uno de los momentos decisivos del caso ocurrió entre el 3 y el 11 de noviembre de 2020, cuando Maradona fue intervenido quirúrgicamente por un hematoma subdural en la Clínica Olivos. Tras la operación, y mientras se evaluaban sus opciones de recuperación, se convocó una reunión entre médicos, familiares y representantes de Swiss Medical, la empresa de seguros médicos.

En esa instancia se barajaron dos posibilidades: continuar con el tratamiento en una clínica especializada en rehabilitación o trasladarlo a una vivienda para una internación domiciliaria. La segunda opción fue la elegida, pero ahora la querella la califica como «una condena a muerte».

Jana Maradona, hija del exjugador, afirmó que fue el propio Luque quien desaconsejó enfáticamente el ingreso a una clínica, alegando que sería «una locura». Su testimonio fue respaldado por Verónica Ojeda, ex pareja del exfutbolista, y por mensajes de WhatsApp que el propio Luque habría enviado en ese periodo.

Con cada testimonio y cada prueba, el juicio busca esclarecer si la muerte de Maradona fue el desenlace inevitable de un cuadro clínico complejo o el resultado de una cadena de decisiones negligentes por parte del entorno médico que lo asistía.

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