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Rusia condena a 9 años de cárcel a Brittney Griner, jugadora estadounidense de baloncesto

La justicia rusa establece este castigo por posesión y contrabando de drogas y este caso había causado gran tensión entre Rusia y Estados Unidos

La justicia rusa ha declarado este jueves culpable de posesión y contrabando de drogas a la jugadora de baloncesto estadounidense Brittney Griner, una figura que ha provocado en las últimas semanas otra tensión entre Rusia y Estados Unidos.

Griner es culpable de «posesión e introducción ilegal de narcóticos a través de la aduana», ha dictamino la juez Anna Sotnikova, que la condena a nueve años de cárcel. La Fiscalía pedía 9,5 años de cárcel para la acusada, que fue detenida en febrero pasado en un aeropuerto de Moscú con aceite de cannabis en la maleta.

Griner, de 31 años, había admitido ahora su «error», pero también pidió clemencia durante la vista celebrada en el tribunal urbano de Jimki, en la región de Moscú. «Cometí un error sin mala intención y espero que el fallo no acabe con mi vida», ha comentado.

Mientras el fiscal consideraba que «la culpa de Brittney Griner ha sido probada completamente», la defensa pedía su absolución o, en su defecto, la menor pena de cárcel posible. La legislación rusa castiga con un máximo de diez años de cárcel el delito supuestamente cometido por la estadounidense, de 2,06 metros y que milita en el equipo ruso UMMC de Yekaterimburgo.

Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos ha considerado siempre que la detención de esta jugadora de baloncesto al cruzar la frontera con aceite de cannabis fue «errónea» y pidió siempre su liberación, al igual que muchas estrellas de la NBA y WNBA.

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, propuso la pasada semana a su colega ruso, Serguéi Lavrov, el canje de Griner y Paul Whelan, condenado a 16 años por espionaje, por el «mercader de la muerte» Victor But, que sirve 25 años de cárcel en una prisión estadounidense. Recientemente, la Casa Blanca había rechazado la «contrapuesta» de Rusia, que quería incluir a un segundo preso ruso en el intercambio, el checheno Vadím Krásikov.