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Robert Sarver, en una imagen de archivoAFP

La NBA suspende al dueño de los Suns (y del Mallorca) por racismo y misoginia

Robert Sarver, propietario de los Phoenix Suns y también máximo accionista del Mallorca, es castigado a su vez con 10 millones de dólares

Robert Sarver, propietario de los Phoenix Suns de la NBA y también máximo accionista del Mallorca, equipo de la Primera División española, ha sido suspendido por la NBA tras ser acusado de racismo y misoginia.

Sarver, que también ha sido multado con 10 millones de dólares, «participó en una conducta que claramente violó los estándares comunes del lugar de trabajo, como se refleja en las reglas y políticas del equipo y de la liga», dice el comunicado de la NBA, que añade que «esta conducta incluyó el uso de lenguaje racialmente insensible; trato desigual de las empleadas; declaraciones y conductas relacionadas con el sexo; y trato severo de las empleadas que en ocasiones constituía intimidación».

La NBA encargó una investigación independiente a Sarver una vez que la cadena ESPN publicó un artículo en noviembre de 2021 citando a más de 70 empleados de los Suns que alegaron que el empresario usó repetidamente un lenguaje racialmente insensible y se involucró en un comportamiento misógino e inapropiado. Además de los Phoenix Suns, Robert Sarver es dueño de los Phoenix Mercury de la WNBA (liga de baloncesto femenino) y del RCD Mallorca de España. Esta situación deja al club balear en una encrucijada institucional. El informe de la NBA coincide con la suspensión del patrocinio de 1,8 millones de dinero público que iban a aportar el Consell de Mallorca y otras instituciones al club. El presidente y también accionista de la entidad bermellona, el extenista profesional Andy Kohlberg, ha calmado a todos los estamentos del club y a los aficionados haciendo pública una carta en la que asegura de que «nada cambiará» tras la decisión de la NBA.

La investigación de la NBA, que examinó más de 80.000 documentos y que entrevistó a 320 personas entre empleados y extrabajadores, concluyó que Sarver usó en al menos cinco ocasiones un gravísimo insulto racista contra la población afroamericana. La liga también determinó que Sarver hizo muchos comentarios sexistas y denigrantes sobre mujeres, aseguró que su comportamiento «humillante» también incluyó «gritos» e «insultos» a sus trabajadores, y señaló que «su conducta violó claramente los estándares comunes del entorno laboral».

Sarver se ha defendido: «No estoy de acuerdo con algunos detalles, pero pido disculpas por mis palabras y acciones que ofendieron a nuestros empleados. Asumo toda la responsabilidad por lo que he hecho. Lamento causar este dolor y estos errores, y estos errores de juicio no son coherentes con mi filosofía personal».