España toca el cielo del baloncesto y culmina su hazaña en el Eurobasket

No hay, ni los habrá nunca, calificativos para la selección española de baloncesto. Sencillamente es un equipo histórico y eso se le queda corto. El equipo entrenado por Sergio Scariolo –que se viene ya mereciendo una estatua– ha conseguido el Eurobasket tras derrotar en una final maravillosa a Francia (88-76), un partido que pasará siempre al recuerdo de esta España más que brillante, una España que será para siempre inolvidable.

Con Juancho Hernángomez hinchándose a triples y una plantilla que se adapta a todas las circunstancias del juego, España ha conseguido su cuarto Eurobasket. Todos se han ganado con Sergio Scariolo en el banquillo. Y de los cuatro no hay dudas: este es el más brillante, porque era el más inesperado. Muy pocos creían en esta selección, llena de novatos, de jugadores inesperados, en pleno proceso de transición. España es campeona de Europa en baloncesto. Hay que ponerse en pie a un equipo ya legendario.

Esta victoria no es que sepa bien como cualquier otra, como por ejemplo la de 2009 que fue la primera. Esta sabe a gloria infinita. Porque este equipo de baloncesto es inmortal y ha finalizado este domingo la hazaña que ha ido dibujando en un Eurobasket inolvidable. Una victoria en la final cimentada desde el inicio, consiguiendo ventajas de hasta 21 puntos en el segundo cuarto en un festival absoluto del triple con una figura clara, Juancho Hernángomez, que disfrutó desde la línea de tres (anotó siete, cinco de ellos de forma consecutiva en el segundo cuarto). Acabó llorando el jugador de la NBA cuando además vio que su hermano, otro que está en Estados Unidos, fue nombrado mejor jugador del torneo. No es para menos, Willy ha sido sostén de este equipo.

Aunque se le pueda mencionar menos, Sergio Scariolo siempre tiene que estar presente en cada momento de esta crónica. Es el artífice de un éxito tan inesperado como brillante, tan sorprendente como celebrado. El italiano es ya Sergio I de España. Él supo también dirigir el partido cuando nuestra selección sufrió alguna que otra desconexión, por ejemplo cuando tras ir 21 arriba acabó el segundo cuarto diez por encima. Era mucha distancia, evidentemente, pero sabía a poco después del festival.

Francia se puso a tres al inicio del tercer cuarto, pero España sobrevivía a todo. Incluso pareció que necesitaba verse contra las cuerdas para volver a sentirse más fuerte. A cada embestida, mejor juego y más fuerza. Con un Lorenzo Brown que es también gran estrella de este Eurobasket –en el quinteto del torneo– hay que destacar a todos: Jaime Fernández anotó 13 puntos, Rudy Fernández, siete, Alberto Díaz, ocho... fue un triunfo en equipo. Salvo ese pequeño momento ya mencionado, jamás España vio peligrar la victoria en Berlín. El último cuarto incluso se dio gusto de desperdiciar jugadas para saborear más si cabe esta victoria épica.

Sonaba el Qué Viva España de Manolo Escobar y solo faltaba que Sergio Scariolo también lo cantara. Se emocionó Rudy después al escuchar el himno. Antes y después hubo mucha emoción, no era para menos. Acabó ganando España de doce, 88-76, en una final que jamás olvidaremos. Para siempre y tocando el cielo del baloncesto, España campeona de Europa. Una gesta más.