El Real Madrid silencia Belgrado en un partido sin incidentes y habrá cuarto partido en la Euroliga
El Real Madrid, guiado por el poderío en la pintura de Walter Tavares (26 puntos, 11 rebotes, 41 de valoración) y la constancia de Nigel Williams-Goss, ha dado un golpe de autoridad en Belgrado y, en mitad de un ambiente hostil, se ganó el derecho a jugar un cuarto partido en la eliminatoria de Euroliga que le enfrenta contra el Partizán.
Llegaba el conjunto blanco al infierno del Stark Arena, que les abrió las puertas con una atronadora pitada en el calentamiento, para purgar allí sus pecados.
El público tuvo un papel relevante en el inicio, empujando a los suyos y haciendo ruido cada ataque de un Real Madrid apocado que falló de pleno durante dos minutos y medio. Mientras el Partizán se recreaba en cada ataque hasta firmar un intimidante parcial de salida de 12-0.
Taponó la herida Williams-Goss con dos libres y, roto el hielo, comenzaron a evolucionar los de Chus Mateo hasta situarse a cuatro. Duró poco la felicidad, hasta que el equipo serbio encendió la máquina de hacer triples para alejarse de nuevo y mantener una renta cómoda a la finalización del primer cuarto (32-19).
A esas alturas necesitaban soluciones los madridistas. Y fue entonces cuando apareció Tavares. Alcanzado pases casi en el techo del pabellón y moviéndose con soltura bajo el aro, dando el callo además en la faceta reboteadora, dejó seis puntos en un parcial de 0-9 durante un tramo donde el Partizán estuvo cuatro minutos sin sumar.
Esa reacción estimuló al Real Madrid hasta dejarle solo a dos con el paso de los minutos y con opciones incluso de ponerse por delante justo antes del descanso (48-45, min.20).
Tras el paso por el vestuario, los visitantes salieron deseosos de completar la hazaña. Eso les llevó a recurrir a los intentos de triple sin demasiado acierto. Pero ante un contrario que también fallaba, certificó su intención cuando se cumplían cuatro minutos del tercer acto gracias a un lanzamiento exterior exitoso de Mario Hezonja.
A partir de ahí, se encontraron los de blanco mucho más cómodos. Y eso les ayudó no solo a resistir las acometidas del Partizán, sino a marcharse por delante (63-66) al paso por banquillos de la media hora.
Final apretado
Por delante, una batalla de diez minutos a todo a nada para el cuadro español, ante una grada a la que le quedaba gasolina para apretar hasta el final y un equipo acariciando la final a cuatro. A todo eso se sobrepuso durante siete minutos, aguantando el equilibrio a base de intensidad pero de nuevo desperdiciando oportunidades para abrir la brecha.
Ni siquiera un triple de James Nunnally que volvió a poner por delante a los de Zeljko Obradovic descompuso al Real Madrid. Insistiendo en Tavares como carta ganadora, lograron llegar igualados a 77 puntos a falta de 45 segundos. Sin embargo no fue el pívot sino Williams-Goss, el otro talismán de una tarde ya para el recuerdo, quien selló la victoria con un triple con solo 25 segundos por jugar. Habrá cuarto partido en Belgrado el próximo jueves.