Sertaç Sanli, el jugador del Barcelona que ha sufrido un robo en la ciudad catalana
Otro robo a un deportista de élite en Barcelona: le quitan un reloj de 23.000 euros a un jugador de baloncesto
Sertaç Sanli estaba en pleno centro de la ciudad y dos individuos le arrancaron el reloj de su muñeca
Sertaç Sanli, jugador del Barça de baloncesto, ha sido la nueva víctima de los robos con violencia que en los últimos meses han sufrido deportistas de primer nivel en la ciudad de Barcelona.
Al turco, de 31 años y que lleva en el equipo azulgrana de baloncesto desde hace dos años, le robaron un reloj valorado en 25.000 euros en un asalto en pleno centro de Barcelona, en el Paseo de Gracia. Por suerte para él, resultó ileso a pesar de la violencia con la que se emplearon los ladrones.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo a plena luz del día, poco después del mediodía. Según informan medios catalanes, dos individuaos llegaron en moto y arrancaron el reloj de un golpe de la muñeca del jugador de baloncesto.
Sertaç Sanli acudió rápidamente a una comisaría de los Mossos d'Esquadra a denunciar unos hechos que se han repetido en la ciudad de Barcelona en los últimos tiempos. Robar relojes de alta gama en zonas turísticas es una práctica cada vez más habitual en la zona centro de la ciudad hasta ahora gobernada por Ada Colau. Salvo sorpresa, la actual alcaldesa dejará el Ayuntamiento después de quedar tercera en las elecciones municipales del pasado domingo, día en el que se produjo además este robo.
Una práctica habitual
Un caso prácticamente idéntico es lo que le ocurrió al tenista Grigor Dimitrov, que hace un mes y medio sufrió un robo similar: unos ladrones en moto robaron de un tirón al tenista un reloj de pulsera valorado en 70.000 euros cuando circulaba el coche por la avenida Sarrià.
Ya hace unos meses a Robert Lewandowski, actual futbolista del Barça, también le robaron de su muñeca un Rolex cuando llegaba de un entrenamiento.
Hace un año el piloto de Fórmula 1 Sebastian Vettel también sufrió un robo del mismo estilo cuando se encontraba en Barcelona para el Gran Premio de España: unos ladrones aprovecharon que su coche estaba parado frente a un hotel en paseo de Gracia para quitarle la bolsa de mano.