La NBA más europea de siempre es la NBA con menos españoles: así pasó de haber diez jugadores a solo dos

Confluye en estos últimos años una curiosa paradoja. La NBA está más expandida que nunca, la más europeizada de siempre, pero el baloncesto español está viviendo su momento más bajo, en lo que a representantes en la liga norteamericana se refiere, en 18 años.

Desde 2006 siempre había habido mínimo tres representantes españoles en la competición. En 2016 se llegó a registrar un máximo histórico de diez jugadores españoles. Si Ricky Rubio no regresa a la competición debido a sus problemas de salud mental, tan solo habrá dos representantes en la mejor liga del mundo: Santi Aldama y Usman Garuba. Esto no ocurría desde el año 2005, el primero de José Calderón en la liga, cuando compartió protagonismo con Pau Gasol tras la marcha de Raúl López al Girona.

No se puede establecer tampoco una relación clara entre esta disminución del número de españoles en la NBA y una pérdida de la vigencia de la selección en el escenario internacional. Los resultados en el Mundial disputado hace apenas un mes no fueron los mejores, una eliminación en segunda ronda tras las derrotas ante Canadá y Letonia, pero España venía de vencer el Eurobasket de 2022 y el anterior Mundial de 2019. Quizás, esos resultados significaban el epílogo de la generación dorada, que malacostumbró a los españoles a experimentar lo más alto del deporte.

Coincide que este bache, esta etapa intergeneracional, le ha tocado a España en una época donde la NBA está más abierta que nunca al talento europeo. El mejor jugador del equipo campeón es serbio, Nikola Jokic. En la lista de los 100 mejores jugadores en activo elaborada por la propia NBA, tres de los cuatro mejores son europeos (Jokic en el uno, el griego Giannis Antetokounmpo en el dos y el esloveno Luka Doncic en el número cuatro).

Los últimos cinco MVP (el premio que otorga la competición al mejor jugador de la temporada regular) han sido extranjeros (dos Jokic, dos Antetokounmpo y el año pasado el camerunés Joel Embiid). El número uno del último Draft, que está dejando boquiabierta a toda la liga, es francés: Victor Wembanyama. Entonces, ¿por qué España está en su momento más bajo en 18 años?

El fin de la etapa dorado del baloncesto español, ejemplificada en los hermanos Gasol, se ha acabado. Es un hecho. El tiempo, inexorable, pasa para todos. Ambos hermanos ya abandonaron la liga hace unos años, al igual que José Calderón. El caso Ricky Rubio va aparte. El MVP del Mundial 2019 decidió, el pasado mes de agosto, poner punto muerto a su carrera deportiva y centrarse en sí mismo, decidido a cuidar su salud mental. No fue una retirada al uso, pero no hay fecha, por ahora, para su regreso. Quizás, nunca la haya. Mientras Ricky se cuida, su equipo, los Cleveland Cavaliers, le esperan y muestran su apoyo.

«Seguimos apoyando plenamente a Ricky y sus esfuerzos, que por ahora es mejor continuar fuera del equipo y hemos excusado su ausencia del campamento. Seguimos en comunicación y consulta periódica con Ricky y continuaremos ayudándolo de cualquier forma posible». «Está trabajando para recuperarse. Le damos ese tiempo y esa pista para que se recupere. Lo apoyamos desde lejos y creo que el proceso de pensamiento y la esperanza es que regrese a Cleveland y los Cavaliers y nos ayude esta temporada. Pero queremos darle ese tiempo y ese espacio para que realmente se arregle», expresaba Koby Altman, presidente de operaciones de la franquicia, cuando era preguntado sobre la situación del base español.

Cabeza de ratón o cola de león

De los hermanos Gasol a los hermanos Hernangómez. Si los primeros representan el ocaso de la gran selección española, los segundos muestran el exilio actual que está viviendo el baloncesto español. Hace años, antes del aperturismo de la NBA hacia fuera, jugar en esa liga era lo máximo, algo exclusivo de elegidos, el máximo reconocimiento.

Actualmente jugadores que tienen reservado un rol menor, de banquillo en esa liga, están prefiriendo abandonar la competición y regresar a Europa, con un rol más preponderante en equipos que puedan pelear la Euroliga. Willy Hernangómez, tras pasar siete años en la NBA entre New York Knicks, Charlotte Hornets y New Orleans Pelicans, decidió poner fin a su aventura americana el pasado verano y recalar en el Barcelona.

Su hermano Juancho, también tras siete años y seis equipos (Denver Nuggets, Minnesota Timberwolves, Boston Celtics, San Antonio Spurs, Utah Jazz y Toronto Raptors) acompañó a Willy en el regreso a Europa, pero para recalar en el Panathinaikos griego.

Serge Ibaka, que llegó a la NBA en el año 2009, también puso fin a su sueño americano en los últimos meses. Tras unas temporadas muy aquejado por las lesiones, ha dejado Estados Unidos para recalar en el Bayern Múnich de Pablo Laso. Nikola Mirotic hace años ya que prefirió ser cabeza de ratón en un equipo europeo (Barcelona antes, Olimpia Milano ahora), que cola de león en un equipo NBA. No es que España no tenga jugadores dignos de estar en la mejor liga del mundo, sino que están optando por otras vías en sus carreras.

Aldama y Garuba, los representantes

Los que sí están son Santi Aldama y Usman Garuba. Santi, de 22 años, es un jugador con cierto peso en uno de los proyectos más estimulantes de la liga: los Memphis Grizzlies. El año pasado quedaron segundos en la Conferencia Oeste en la temporada regular, aunque luego cayeron en primera ronda; hace dos cursos, alcanzaron las semifinales de Conferencia. En la temporada pasada, Aldama disputó 83 partidos en total con la franquicia, 20 de ellos como titular, promediando 9 puntos por partido en temporada regular y 6,5 en playoffs.

Usman Garuba está teniendo que pelear más su puesto en la liga. Tras dos temporadas en los Houston Rockets entró en una espiral de traspasos que le mandaron a dos franquicias en las que ni llegó a debutar: Atlanta Hawks y Oklahoma City Thunder. Ahora, nada más y nada menos que los Golden State Warriors, la franquicia más ganadora de la última década y que sigue siendo candidata al anillo, le han ofrecido un puesto en su plantilla.

Lo han hecho mediante un contrato two-way, es decir, una situación en la que irá intercalando apariciones con los Warriors y con su equipo afiliado en la liga de desarrollo: los Santa Cruz Warriors. Sus oportunidades serán limitadas y tendrá que luchar por permanecer en la plantilla.

No habrá muchos representantes españoles, por tanto, en la NBA, pero ese no será motivo para dejar de confiar en que uno de ellos gane el anillo de campeón y se una a esa lista tan prestigiosa que por ahora confeccionan Pau Gasol, Marc Gasol y Serge Ibaka.

Representación en los banquillos

El otro nombre español a destacar en esta nueva temporada de la NBA es el de Jordi Fernández. Es entrenador asistente en los Sacramento Kings, uno de los equipos revelación la pasada temporada llegando a entrar en play-offs. Será su segunda temporada como asistente en el equipo californiano, tras haber estado seis años antes en los Denver Nuggets. También es el seleccionador principal de Canadá, con quienes logró un meritorio bronce en el último Mundial, dejando por el camino a España y venciendo a Estados Unidos en la final de consolación.