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Marc Gasol ha sido uno de los mejores jugadores de la historia de EspañaPaula Andrade

Marc Gasol, el hermano pequeño que se hizo gigante: radiografía de uno de los mejores de la historia de España

A Marc Gasol el don de nacimiento que fue su capacidad para jugar al baloncesto, su inteligencia sobre la pista, le acompañó la condena de la sombra del hermano mayor. Porque Pau Gasol, el mejor jugador de la historia de España, iba a ser a la vez un maestro para el pequeño Marc, un ídolo, y un inconveniente. Porque la comparación siempre iba a estar ahí, inevitable. Dos carreras que no se entienden una sin la otra. Dos vidas unidas para siempre.

Siendo todavía un niño, con apenas 16 años, Marc tuvo que dejar su residencia habitual, a sus amigos de siempre, para mudarse a Memphis en Estados Unidos. Toda la familia se trasladó allí tras el fichaje de Pau por los Grizzlies. Y mientras el hermano mayor empezaba a poner patas arriba la NBA, haciendo las delicias de todos los que trasnochaban para verle, Marc hacía lo mismo en el instituto. En el Lausanne Collegiate School, de Memphis, Marc consiguió que su equipo se convirtiera en el mejor de la región y sus compañeros aseguran que fue uno de los máximos responsables de esta situación. Posteriormente le retirarían el dorsal, el 33, en un ejemplo de respeto y profunda admiración.

A consecuencia de ello, las ofertas de diferentes universidades repartidas a lo largo del país no tardaron en llegar. Todos querían a ese gigante español con la esperanza de que replicara los pasos de su hermano, que estaba poniendo a los Memphis Grizzlies en el ojo mediático. Pero Marc quería seguir los pasos de su hermano, de su ídolo. Rechazó todas las propuestas estadounidenses y regresó a España, a Barcelona.

Cuatro años después, con un Mundial ya bajo el brazo, la inevitable llamada de la NBA llegó. Fue elegido en el número 48 del Draft de 2007 por Los Angeles Lakers, pero no llegó a debutar en ese momento con la franquicia angelina. El propio traspaso de su hermano, Pau, a los Lakers, que supuso dos títulos gracias a su unión con Kobe Bryant, mandaron a Marc de vuelta a Memphis. A su casa.

En la franquicia del estado de Tennessee, Marc Gasol pasó diez temporadas y media. Fue elegido tres veces para el All Star, llegando a coincidir con su hermano Pau, fue elegido en 2013 como mejor defensor de la liga, una vez incluido en el mejor quinteto de la temporada, una vez en el segundo mejor quinteto y otra en el segundo mejor quinteto defensivo.

Marc y Pau Gasol en la mítica foto del salto en el All StarEFE

A nivel colectivo, Marc logró romper el maleficio de Memphis en los playoffs, una franquicia que nunca había alcanzado esa fase, que no pudo hacer Pau, clasificándoles hasta en seis ediciones, llegando incluso a pisar la final de la Conferencia Oeste, el último paso previo a las finales de la NBA. Fue, en definitiva, uno de los ejes del cambio de cultura de la franquicia.

El 7 de febrero de 2019 tiene lugar el adiós de Marc a Memphis. El equipo había entrado en una fase de reconstrucción, apostando por el talento joven, donde la veteranía de Marc –34 años en ese entonces– no coincidía con la planificación. Que le iban a traspasar era un secreto a voces. Incluso se había hecho público una negociación infructuosa con los Charlotte Hornets por sus servicios. Esa mañana Marc la pasó con sus dos hijos y sacó del trastero una caja de objetos antiguos, fotografías de su hermano y de antiguos compañeros, a modo de despedida.

«No se trata de señalar las imperfecciones, se trata de encontrar la belleza. Y en eso Marc Gasol es perfecto. En alcanzar la gloria en un juego y en una ciudad que ha llamado su hogar durante gran parte de su vida. Si hay una simbiosis perfecta entre jugador, franquicia y ciudad eso ha sido Marc Gasol en los Grizzlies» rezaba un comunicado de la prensa local el día de su despedida.

Finalmente, ese 7 de febrero, a las 12:30 de la mañana, le llaman para comunicarle que ha sido traspasado a los Toronto Raptors. Una última gran oportunidad en su carrera.

Cinco meses después, por primera vez en su historia, como su hermano una década antes, salía campeón de la NBA, venciendo en la final a los Golden State Warriors y poniendo fin a la dinastía de la franquicia californiana, una de las mayores en la historia de la liga.

En el estrado, tras salir campeón, el mayor logro al que puede optar un jugador de baloncesto, Marc se permitió el lujo de gastar la mayor parte del minutaje de su discurso recordando a los que habían sido sus compañeros en Memphis. Porque no solo ha sido un grandísimo jugador de baloncesto, también una persona de una gran calidad humana.

Tras Toronto, el epílogo de su carrera le llevó a Los Angeles Lakers, poniendo de esa manera fin a dos narrativas: por fin jugaría en el equipo que le eligió para la NBA y seguía los pasos de su hermano Pau en la franquicia donde fue leyenda.

Llegará el día, igual que recientemente Pau con los Lakers, que los Memphis Grizzlies retirarán la camiseta de Marc y su recuerdo será eterno en la memoria de los aficionados.

La camiseta de Pau Gasol, retirada entre las de referentes históricos del baloncestoRedes sociales

En 2021 pondría fin a su aventura estadounidense, y volvería a España para pasar a formar parte del Bàsquet Girona, club que él mismo fundó en 2014 y que ahora preside, y que, en ese momento, militaba en LEB Oro, la segunda división española. Con él ascendieron y Marc se convirtió en el primer jugador-presidente de la historia de la Liga Endesa.

El pasado 24 de mayo Marc disputó los últimos minutos de su carrera profesional. Había dejado su decisión de seguir jugando en punto muerto. Ahora comunica que no lo hará más, poniendo fin a una carrera de leyenda, donde no se pueden olvidar sus logros con la selección: dos veces campeón del Mundo, dos veces campeón de Europa y dos medallas de plata en los Juegos Olímpicos.

La generación dorada del baloncesto español se desvanece y, con ella, una parte de nuestro pasado. Se llora no por lo que has sido, sino por lo que nunca más volverás a ser.

Como dijo el propio Marc cuando se despidió de Memphis: «No estoy triste porque se haya acabado, estoy feliz porque sucedió».