Nervios a flor de piel: la tangana en el Real Madrid - Unicaja que acabó con tres expulsados

El encuentro de Liga ACB entre el Real Madrid y el Unicaja, disputado este domingo (90-77), estuvo marcado por una gran tensión tanto en el juego como en los incidentes ocurridos fuera de él. El choque terminó con una trifulca protagonizada por Serge Ibaka y Dylan Osetkowski, que acabó con la expulsión de tres jugadores en los instantes finales del partido.

El incidente tuvo lugar cuando faltaban apenas 49 segundos para el final. Mientras David Kravish ejecutaba un tiro libre tras una falta de Facundo Campazzo, Ibaka y Osetkowski se enzarzaron en un forcejeo defensivo que acabó derivando en una situación más grave. Después de que Kravish convirtiera su lanzamiento, la tensión entre ambos jugadores se desbordó: Ibaka se giró, sujetó a su rival por el cuello y lo empujó hacia las sillas de los fotógrafos.

El altercado no tardó en provocar una reacción en cadena. Los compañeros cercanos intervinieron para separar a los implicados, pero lo que comenzó como una intervención rápida terminó por convertirse en un enfrentamiento colectivo que involucró a varios jugadores.

El primero en tratar de poner calma fue Mario Hezonja, que estuvo más rápido que impulsivo, y logró apartar a Ibaka de la escena. Poco a poco se sumaron árbitros y jugadores para evitar que la cosa fuese a mayores, pero hubo dos expulsados más además del internacional español.

De acuerdo con el reglamento, únicamente los jugadores en pista y los entrenadores pueden intervenir en estas situaciones. Sin embargo, tras revisar la jugada, los árbitros detectaron que Melvin Ejim y Tyson Pérez, jugadores de Unicaja que estaban fuera del terreno de juego, invadieron la cancha. Esto, junto con la acción violenta de Ibaka, llevó a que los tres fueran expulsados en un feo desenlace para un partido entre dos de los grandes equipos de la competición.

Aun así, el Real Madrid recondujo su rumbo tras una semana para olvidar y, liderado por el acierto del argentino Gabriel Deck, autor de 24 puntos, sumó un triunfo balsámico y de mérito ante un gris Unicaja que llegaba al WiZink Center como líder y que, lejos de su mejor versión, acabó sumando su segunda derrota liguera víctima de sus errores y sus malos porcentajes de tiro.