La sección de baloncesto, otra ruina de Laporta: de ser la mejor plantilla de Europa a no clasificar ni a la Copa
El Barça Basket ha pasado de tener un proyecto para dominar la Euroliga durante años a ser un equipo que no brilla ni en España
Pillan a un operario del VAR de baloncesto viendo el Barbastro - Barça mientras estaba trabajando
el baloncesto está atravesando una gran crisis en España. Solo hay que mirar las audiencias de televisión y el aforo en los pabellones para darse cuenta que algo no funciona en el deporte de la canasta. No obstante, el Palau Blaugrana es uno de los que más veces se llena porque el Barça Basket cuenta con una gran masa social a la que Joan Laporta está dando la espalda reforzando cada vez menos el equipo.
En el año 2019, todavía con Josep María Bartomeu como presidente del Barcelona, el equipo azulgrana buscó dar un salto de calidad a su plantilla y competir de tú a tú ante los mejores equipos del baloncesto europeo: el Real Madrid, el CSKA Moscú, los conjuntos turcos y los griegos. Ahí es donde está el dinero en este deporte, pero el Barça quiso unirse a los colosos e incorporó a Nikola Mirotic y un tirador como Alex Abrines.
La temporada siguiente se incorporó a Nick Calathes –el mejor asistente de Europa–, que junto a jugadores como Cory Higgins o Adam Hanga hacían del Barça un súper equipo obligado a pelear e incluso ganar la Euroliga. La mejor plantilla de Europa y la que más pagaba en salarios, aunque sus proyectos acabaron en el naufragio y Laporta metió la tijera. Al final, no olvidemos que el Barça está en ruinas y el baloncesto en España suele ser deficitario.
Sin embargo, Laporta ha hecho tantos recortes que ha terminado convirtiendo al Barcelona en un equipo sin apenas posibilidades. Forzó a irse a todas las grandes estrellas para ahorrarse los salarios –el caso Mirotic es el más sonado– y no hizo nada para evitar que se dinamitara el vestuario que dirigía Sarunas Jasikevicius. Es más, esperó de brazos cruzados sabiendo que eso le daba más argumentos.
Un equipo sin rumbo
Es verdad que en baloncesto la clasificación a la Euroliga la tiene garantizada al ser una liga privada de la que es fundador y que por tanto no le preocupa tanto no ser competitivo cada año. La cosa está en que en España los batacazos están siendo cada vez más llamativos y ya no solo el Real Madrid está por encima. También equipos como Unicaja o Valencia Basket son ahora superiores a los azulgrana, que tras una temporada horrible con Jordi Grimau en el banquillo, están viviendo una peor con Joan Peñarroya.
La imagen del Barcelona es desoladora y se está viendo el mayor desmoronamiento de la historia de la sección. En lo que llevamos de temporada, el conjunto catalán tan solo ha ganado el 50 % de los partidos. (17 de 34). Son números muy pobres y con los que no se puede aspirar a nada que no sea salvar la categoría. Además, en los 10 últimos partidos tan solo han festejado dos triunfos. Números inasumibles.
El equipo es un desastre en todas las facetas. Defiende horrible, gestiona mal los momentos calientes de los partidos y falta calidad individual, pues solo Kevin Punter asume los tiros importantes. Es un despropósito que comenzó en la planificación. Laporta, que siempre ha apostado todo al primer equipo de fútbol, se ha olvidado por completo del resto de secciones y la más afectada es la de baloncesto.
Lejos queda la época en la que fue la mejor plantilla de Europa, pero una cosa es esa y otra que ni siquiera se clasifiquen para la Copa del Rey. Todavía tienen alguna opción remota, pero lo que queda claro es que el fútbol no es lo único que debe preocupar a Laporta. El Barça se desmorona por todos los lados y el presidente sigue en su huida hacia adelante.