Italia cumple en su debut y muestra sus cartas ante Albania con una remontada en 16 minutos

Italia, vigente campeona de la Eurocopa, aterrizó en Alemania con ganas de reivindicarse. Es evidente que no está en el mejor momento de su historia, pero se sabe que si tiene una mínima oportunidad la va a aprovechar. En su primera toma de contacto, los pupilos de Luciano Spaletti se vieron sorprendidos por Albania en los primeros segundos del encuentro, pero dos goles de Bastoni y Barella le dan a la selección italiana y, de paso, meter presión a España, su próxima rival en esta fase de grupos (2-1).

Después del debut convincente de España en la Eurocopa, le tocó el turno a Italia, la selección llamada a pelearle el primer puesto del grupo B al equipo español. Había ganas de volver a ver a la selección transalpina en un gran torneo y su rival este sábado era una Albania que iba a dar mucha guerra. Iban a disfrutar la experiencia de estar en una fase final de la Euro al máximo.

De hecho, el combinado entrenado por el mítico Sylvinho, exjugador del Barça entre 2004 y 2009, lo hizo a los 36 segundos. Saltó la sorpresa en Dortmund y Bajrami adelantó al combinado albano tras aprovechar un error catastrófico de la defensa de Italia. Fue uno de esos fallos que no se pueden cometer en la fase final de una Eurocopa.

No fue el mejor de los inicios para los pupilos de Spaletti, pero tenían muy claro que iban a tener sus oportunidades. Italia empezó a achuchar a la zaga albanesa en busca del empate y, visto lo visto, el gol podría llegar en cualquier momento. El empate llegó diez minutos después del gol de Albania. Alessandro Bastoni emergió al borde del área y se sacó un cabezazo tremendo para poner el 1-1.

Estaba claro que en cuanto Italia despertara, el partido iba a cambiar por completo. Y el combinado azzurro es una selección que cuenta con futbolistas de primer nivel. Nicolò Barella, uno de los referentes del Inter de Milán campeón de la Serie A, estuvo atento y cazó el balón para remontar el resultado adverso. Italia reaccionó en tan solo 16 minutos. Buen asunto para los de Spaletti.

Después de esa remontada fulgurante, el ritmo del partido bajó unos cuantos puntos en intensidad y el duelo entró en un tramo más de control. Italia y Albania dejaron de lado la agresividad y buscaron la portería rival con un poco más de paciencia. El 2-1 le servía a Italia, pero lo que estaba claro es que no iban a desaprovechar las oportunidades que se le presentaran. Así se llegó al descanso. La azzurra había empezado mal, pero lograron voltear un partido que se les podría haber complicado más de lo deseado.

Tras el paso por vestuarios, Italia salió sabiendo que el resultado era corto, pero que iban a tener tiempo de sobra para buscar un 3-1 que ya sería definitivo. La posesión era italiana. Movían el balón de un lado a otro con facilidad y cuando la perdían recuperaban rápido porque a Albania se le veía un tanto timorata.

Ese tramo de inseguridad le duró poco a Albania. Los pupilos de Sylvinho sabían que la mejor forma de generar peligro era buscándole las cosquillas a los laterales italianos a través de dos extremos talentosos como son Asani (derecha) y Seferi (izquierda). Sin embargo, los intentos se terminaban cuando en su camino se ponían Bastoni y Calafiori, dos centrales exuberantes que pocas veces cometen fallos.

El primer acercamiento peligroso de Italia se produjo antes del 60'. Federico Chiesa, con mucha picardía, se sacó un disparo certero desde el borde del área que no se coló por la escuadra izquierda de Strakosha de milagro. Italia estaba haciendo méritos para marcar el 3-1 y cerrar (de una vez por todas) el partido.

El problema es que las piernas estaban empezando a pesar y esa energía se iba poco a poco desvaneciendo. Los cambios no tardarían en llegar en uno y otro lado. Albania fue la primera en mover ficha con la entrada de Laci y Hoxha por Asani y Seferi. Quedaba claro que Sylvinho quería rascar un empate en su debut en la Eurocopa. Para ello, tenían que arriesgar. No les quedaba otra.

Los minutos pasaron y dio la impresión de que Italia no iba a hacer mucho más en el partido. Con este triunfo ante Albania iban a acabar segunda de grupo la jornada. Al final es lo que querían. Cumplir con su cometido y meterle presión a la selección española. El que sí quería apretar hasta el último segundo era Albania. Rey Manaj gozó de una ocasión inmejorable para poner el 2-2, pero el tiro del exdelantero del Albacete y el Barça B se fue demasiado cruzado.