Qué le espera a Carlos Sainz en 2023 sin su 'protegido' Binotto en Ferrari

Mattia Binotto ya es historia en Ferrari. El italiano duró tres años como jefe de la escudería de la Fórmula 1 y su figura será siempre recordada por Carlos Sainz. Que hoy el español esté en uno de los grandes equipos de la F1 se debió al propio Binotto.

A Binotto, al que siempre le acusaron desde los más fervientes seguidores de Charles Leclerc (el otro piloto de Ferrari) de ser un fan de Sainz, le sustituyó el francés Fred Vasseur. Y si bien Carlos le recibió con los brazos abiertos y con elogios –ya le quiso fichar para Renault hace varias temporadas– la realidad es que el cambio será considerable para 2023.

Vasseur, cercano a Leclerc

Si hasta ahora Sainz tenía un jefe que claramente estaba de su lado, que lo cuidaba y casi lo mimaba (era un apasionado de su pilotaje, fue él quien le fichó), ahora se encontrará a una persona mucho más cercana a Leclerc, su compañero de equipo y a veces hasta rival. No gustó nada al monegasco que Carlos le peleara el control de Ferrari en la pista, que ganara una carrera y que durante el tramo decisivo de la temporada Sainz le 'comiera terreno'. El cabreo de Leclerc por las decisiones de Binotto en Silverstone, donde priorizó a Sainz para que ganara y no que él subiera posiciones, fue notorio en la escudería italiana.

Ahora está Vasseur, un viejo conocido de Leclerc. Fue el primer jefe que tuvo el monegasco en la Fórmula 1, los tiempos de Alfa Romeo. Sobrevuela por el paddock la idea de que si este ingeniero francés ha llegado al puesto de jefe de Ferrari ha sido por la presión de Leclerc, que se ve como la única opción para que el equipo pueda algún día ganar un Mundial.

No significa esto que Sainz vaya a salir perjudicado por Vasseur –estaría el jefe haciendo mal su trabajo– pero sí se interpreta que su llegada dejará claro que Leclerc es el primer piloto y Carlos el segundo. Esto también estaba más o menos confirmado en la temporada que hemos visto en 2022, pero el buen nivel de Sainz pasado el ecuador del año obligó a Ferrari a no dejar atrás al madrileño.

De ahí que la figura de Binotto fuera clave, porque además de que fue él quien fichó a Sainz para Ferrari fue también el que tuvo que gestionar esas tensiones en el equipo este último año. Más allá de los fallos que ha tenido el equipo italiano en boxes, todo un desastre, Sainz no ha estado mal arropado por su jefe. Le defendió y quizá esa predisposición por el español le acabó costando caro a la larga. Y no lo estará en 2023, pero sí que Leclerc entenderá desde el primer momento que los esfuerzos del equipo en todos los sentidos (táctica, aerodinámica, mejoras en el monoplaza...) deben contar con él en primer lugar.

Roles en Ferrari

«Creo que va a saber llevar perfectamente a dos pilotos competitivos como somos Charles y yo a un nivel muy alto en el que estamos en este punto de nuestras carreras deportivas», dijo Sainz días después de conocerse el fichaje de Fred Vasseur. La idea es clara: son dos grandes pilotos que además están en un buen momento de su carrera y para ello se requiere un plan claro y no una ventaja muy clara de uno sobre otro.

De partida, únicamente con la teoría por delante (y todo deporte es práctica), a Sainz no le viene bien el cambio de Binotto por Vasseur y le espera un 2023 complicado en el que posiblemente tenga que ejercer de segundo piloto con Leclerc como clara referencia en Ferrari. No son pocos los cabreos que se llevó el monegasco por no verse con Binotto como primer piloto de forma práctica, algo con lo que Vasseur tendrá que lidiar.

La idea de Ferrari era colocar un jefe que impusiera una idea de equipo en la que los roles de todos los integrantes quedaran claros. Eso incluía a los pilotos, que todos supieran quien es el primero y quien es el segundo. Y ahí está claro que Sainz tiene las de perder, porque Leclerc parte con ventaja y más de jefe en 2023, con el que fue su primer jefe en la Fórmula 1.