La feliz nueva vida de Fernando Alonso en Aston Martin

Hay que echar la vista muy hacia atrás para encontrar a un Fernando Alonso tan sonriente como el que vimos en el último Gran Premio de Arabia Saudí. Ni la pérdida momentánea del tercer puesto por una controvertida sanción hizo mella en el animo del asturiano. «Me da igual, tengo un buen sabor de boca», comentaba a la prensa. Para colmo, la labor en los despachos de Aston Martin volvió a poner las cosas en su sitio unas horas después.

El cambio de escudería del español ha supuesto un nuevo comienzo para él. Si hace un año «El Plan» se estrellaba contra la cruda realidad de Alpine, «La Misión» acorta sus plazos en Aston Martin. Lo que iba a ser un «proyecto de futuro» se ha convertido en un salto adelante pocas veces visto en la Fórmula 1 que ha permitido a Fernando Alonso luchar con los monoplazas punteros del campeonato.

A sus 41 años, Fernando Alonso disfruta de una serie de factores que le devuelven la ilusión cuando la sombra de la retirada se hacía cada vez más alargada.

La espada del samurái

En 2018, el asturiano se retiraba de la competición cansado de acumular fracasos en McLaren. Alonso pedía un coche que estuviese a medio segundo de la cabeza de carrera para poder «jugar», pero no lo obtenía. Su regreso a Alpine en 2021 tampoco cumplió con las expectativas. En 2022, la falta de fiabilidad lastraron una temporada en la que pudo ser «el mejor del resto». La decisión de fichar por Aston Martin, relegado a la parte baja de la parrilla generó muchas dudas.

Sin embargo, la escudería británica ha conseguido, precisamente, un monoplaza que puede estar a ese medio segundo del liderato. La apuesta de futuro de Lawrence Stroll ha incluido el fichaje de varios ingenieros de reconocido prestigio en el paddock y ha dado forma a un coche que ha pasado de ser séptimo en el mundial de constructores a colarse en el podio en los dos primeros grandes premios del año solo por detrás de los intratables Red Bull.

En Aston Martin siguen con los pies en el suelo, pero hablan de sucesivos paquetes de mejora. Por el momento, han demostrado que el coche va bien en circuitos como el de Baréin, con alta degradación, y en trazados rápidos como el de Arabia Saudí.

Un equipo ilusionado

Después de lograr el podio en las dos primeras carreras del año, los ánimos están por las nubes en el garaje de Aston Martin. Los mecánicos celebran por todo lo alto los triunfos de Fernando Alonso y no dudaron en corear su nombre mientras subía al tercer cajón en Arabia Saudí. Su felicidad contrastaba con la división de opiniones que podía verse en los rostros de algunos miembros de Red Bull tras la victoria de 'Checo' Pérez por delante de Max Verstappen.

Los mecánicos de Aston Martin se han convertido en los primeros fans de Fernando Alonso y sus vídeos triunfan en redes sociales. El podio en Yeda supo mejor tras esperar varias horas a la decisión de los comisarios sobre la sanción al asturiano. Lejos de mostrarse enfadado, lo primero que hizo el piloto fue abrazar al causante del error al terminar la carrera.

Un aliado en el garaje

Si algo marcó la última temporada de Alonso en Alpine fue su mala relación con Esteban Ocon. El francés, lejos de actuar como compañero de equipo, protagonizó varias acciones que costaron caro al español. Movimientos bruscos, defensas cerradas y hasta toques en momentos decisivos. Sin atisbo de arrepentimiento, Ocon luce con orgullo el hecho de terminar la temporada 2022 por delante de su vecino de garaje y el modo en el que lo consiguió.

Eso también ha cambiado este año. Su nuevo compañero, Lance Stroll, ha encajado con Alonso a pesar de contar con el «beneficio» de ser hijo del dueño del equipo. Y eso que las cosas pudieron empezar de la peor manera posible. Fue el propio Stroll quien tocó, sin consecuencias graves, al español en la primera curva del Gran Premio de Bareín. Lejos de protestas, el veterano piloto terminó la carrera reconociendo los esfuerzos de su compañero por terminar en sexta posición a pesar de haber sufrido una grave lesión de muñecas pocos días antes.

Stroll se ha llegado a convertir en aliado inesperado. Durante el Gran Premio de Arabia Saudí, el problema mecánico del canadiense derivó en un coche de seguridad que benefició a Alonso y le permitió mantener la tercera posición a pesar de la sanción de cinco segundos por su mala colocación en la salida.

La temporada no ha hecho nada más que comenzar, pero todo es positivo en el garaje de Aston Martin. Fernando Alonso recupera la felicidad a sus 41 años y en el horizonte dos objetivos claros: la victoria número 33 de su carrera y, como él reconoce, la lucha realista por el Mundial.