Cara y cruz en Australia: de la alegría de Alonso al «es inaceptable» de Sainz

La decisión de la FIA de relanzar la carrera desde la parrilla a falta de dos vueltas presagiaba tensión y toques. Los pilotos tenían una última oportunidad de ganar posiciones y todo podía pasar. Lamentablemente, Fernando Alonso y Carlos Sainz se han tocado en cabeza de carrera y ha llevado al coche de Aston Martin hasta la undécima posición.

Otro golpe mucho más fuerte entre los dos Alpine ha detenido la carrera con una bandera roja que obligaba a los comisarios a actuar. Siguiendo el reglamento, han anulado lo ocurrido en la salida y han devuelto la tercera posición al asturiano. Pero no han dejado las cosas así. Poco después anunciaban una sanción de cinco segundos contra el piloto de Ferrari por el incidente con Alonso, una penalización fatal a sabiendas de que la carrera terminaría con todos los monoplazas detrás del coche de seguridad.

Carlos Sainz se quejaba amargamente dentro de su coche: «Es inaceptable, no merecemos estar fuera de los puntos». El madrileño pedía a su equipo que actuase y pedía poder hablar con los jueces. Su enfado ha ido a más y no ha querido comentar nada con la prensa antes de acudir a Dirección de carrera. Temía el español pasarse de frenada «en caliente» y sufrir otra «sanción», comentaba irónico.

La decisión de la FIA ha echado por tierra una gran carrera de Sainz. La primera bandera roja no le ha beneficiado nada y ha perdido su tercera posición tras cambiar neumáticos. Desde ese punto, el Ferrari ha demostrado una notable mejoría y ha remontado hasta la cuarta posición en la que ha permanecido hasta el incidente con Alonso.

La montaña rusa de Alonso

La otra cara de la moneda es la sonrisa de Fernando Alonso. El asturiano perdía el podio tras el toque con Sainz, pero lo volvía a recuperar tras la decisión de la FIA. Ya van dos terceros puestos consecutivos que tienen una buena dosis de dramatismo. El piloto reconocía después de la carrera que «ha sido difícil entender lo que pasaba» en los compases finales. El propio Alonso ha reconocido que la sanción a Sainz es «dura» puesto que al tener las ruedas frías es difícil controlar la frenada.

Tercer podio consecutivo para el de Aston Martin y felicidad absoluta en la escudería. Reconocen tener «muy buen ritmo» y Alonso termina «contento» un gran premio que ha sido una «montaña rusa de emociones» para él. En este inicio de temporada el monoplaza ha demostrado ser muy fiable y eso es algo que el español también valora mucho después de una mala experiencia el año pasado con Alpine.