Ferrari no levanta cabeza: Sainz, el gran perjudicado por el caos en Australia
El madrileño protagonizó una buena carrera que terminó con la excesiva dureza de la FIA
Los nubarrones no se disipan en Maranello. El Gran Premio de Australia hunde todavía más a Ferrari después del cero de sus dos pilotos y marca un inicio de temporada del que se pueden sacar pocas valoraciones positivas en el seno de una escudería que estaba llamada a rivalizar con Red Bull.
Un fallo en la estrategia del equipo y la lentitud a la hora de comunicar a sus pilotos la información provocó que Charles Leclerc y Carlos Sainz se entorpecieran en la clasificación. El español salía quinto y el monegasco séptimo. Sin embargo, Sainz era optimista y hablaba de cambios en el monoplaza que potenciaban su ritmo en carrera.
Leclerc no pudo demostrar si eso era cierto o no porque acabó fuera nada más empezar la prueba. Su duelo con Lance Stroll en las primeras curvas terminó en toque y salida de pista. El coche rojo se enganchaba en la puzolana y terminaba con las aspiraciones del vigente subcampeón, que suma dos abandonos en tres grandes premios y una serie de cambios de piezas en su monoplaza que pueden derivar en sucesivas penalizaciones.
Y lo peor estaba por llegar. Sainz se veía perjudicado por la primera bandera roja del gran premio y caía del tercer al undécimo puesto. Pese a todo, el madrileño protagonizó una gran remontada que lo devolvió a la lucha por el podio. Sin duda, su mejor versión en lo que llevamos de temporada. Cuarto detrás de Fernando Alonso, el caos sobrevenido por otra suspensión de la prueba a falta de dos vueltas afectaba de lleno al único cavallino rampante que continuaba en Albert Park.
Las buenas sensaciones de Sainz se vieron eclipsadas por su toque con Fernando Alonso en la segunda relanzada. El de Aston Martin perdía el control y volvía a la carrera undécimo antes de otra bandera roja que sería definitiva. La FIA decidía que lo ocurrido no valía para nada, devolvían las posiciones previas a los pilotos y castigaban con extrema dureza al español.
Ruedas frías, cuchillo entre los dientes y un incidente de carrera entre Sainz y Alonso que terminaba con sanción de cinco segundos para el de Ferrari. Hasta su rival reconocía la «dureza» y señalaba la mala actuación de los comisarios de carrera en las vueltas finales. «Es inaceptable» clamaba el afectado dentro de su monoplaza.
Esos cinco segundos de penalización en una carrera que iba a terminar con todos los coches detrás del safety car era fatal. Carlos Sainz terminó el duodécimo y fuera de los puntos. El tren se les escapa a los pilotos de Ferrari: el español es quinto en el mundial con solo 20 puntos y Leclerc décimo con 6.
En una temporada que se plantea tan ajustada, los 18 puntos de ventaja que tiene Hamilton con Sainz parecen un abismo y los 49 de Verstappen un imposible. A pesar de la «frustración» que reconocía tener el piloto madrileño, optaba por quedarse con las cosas positivas de un fin de semana en el que ha demostrado que puede protagonizar «remontadas y adelantamientos».