Barcelona vuelve a 2005 y ya sueña con la remontada de Fernando Alonso
Montmeló recibe a más de 100.000 aficionados que disfrutan con la segunda juventud del asturiano
Llegar al circuito catalán requiere paciencia. El Gran Premio de España que se celebra este fin de semana tiene algo de máquina del tiempo. El color verde de Aston Martin es mayoritario, pero un simple vistazo a las gradas sirve para comprobar que el azul Renault esperaba en el fondo de muchos armarios del país. La vuelta de Fernando Alonso a la lucha por los puestos de honor de la Fórmula 1 ha devuelto definitivamente a este deporte a la primera plana de la actualidad.
En Montmeló se cruzan y entremezclan dos tipos de aficionados bien distintos. Por un lado, los veteranos: ellos vivieron los días de gloria del asturiano y sufrieron su largo camino por el desierto. Junto a ellos, una juventud que se ha enganchado al gran circo por culpa, en buena medida, de los memes. Y no hay nada peyorativo en esto. Las redes sociales se han convertido en una extensión del paddock y los leits motivs recientes como 'El Plan' o 'La 33' nacieron del ingenio de los tuiteros.
Esa combinación entre buen humor y pasión por la Fórmula 1 se siente en Barcelona. Al más puro estilo Pressing Catch, es posible ver y leer carteles de lo más recurrentes protagonizados por el Nano. El «padre» de todos no duda en seguir el juego y hasta algunos de sus mecánicos, los famosos «zanahorios», se han ganado el cariño de los españoles.
Sainz gana enteros
El madrileño lucha por hacerse un hueco en esa nueva ola y conseguir alejarse de la sombra del asturiano. Es una tarea difícil, pero el de Ferrari cuenta con un estilo personal que va calando. En Montmeló también corre en casa y el rojo vuelve a ganar fuerza en el graderío.
Su segundo puesto en la clasificación ha animado las ventas en los stand de su escudería. Hasta ese último momento, son los de Aston Martin los que tienen que informar de la falta de existencias del merchandising de Alonso. Salir junto al intratable Max Verstappen sabe a gloria y entre los asistentes al gran premio se impone la resignación ante el dominio del holandés.
La sorpresa negativa de Leclerc (que sale 19º) y Pérez (11º) se ha celebrado. La carrera de Alonso cogió fuerza al tiempo que encontraba rivales y «archienemigos» como Ralph Schumacher o Lewis Hamilton. El último en sumarse a esa lista fue Esteban Ocon y «sufre» las consecuencias: cada vez que las cámaras enfocan al francés se escuchan pitos en Montmeló. Quizá a la historia de Sainz le falte un buen antagonista para terminar de despegar…
Se espera una asistencia masiva en Montmeló para el domingo. A pesar de la lluvia (que puede animar la carrera) se calculan unas cifras de aficionados que ronden las 120.000 personas. La Fórmula 1 vuelve a tener tirón a pesar de la poca popularidad de sus precios. Si entrar al circuito es caro, comprar una gorra o una camiseta es un caso prohibitivo. Pero es lo de menos, de camino al parking solo se hablaba de la remontada de Alonso y el posible primer podio de Sainz esta temporada. Como dice Pedro de la Rosa, «qué bonito es tener a dos españoles ahí». Y si es en el gran premio de casa, más.