Fundado en 1910

Los mecánicos de Alpine llevan el coche de Alonso por el pit lane en el Gran Premio de Austria 2022AFP

El día en el que Alonso dijo basta y decidió que tenía que salir de Alpine

La sucesión de fallos mecánicos en el monoplaza vivieron su punto culminante en el GP de Austria

Fernando Alonso llegaba al ecuador del campeonato de Fórmula de 2022 con muy malas sensaciones en el seno del equipo Alpine. De diez carreras disputadas, dos habían terminado en abandono, en Australia otro problema mecánico anulaba una posible pole y una suma de sanciones le sacaba de los puntos en Miami. El Gran Premio de Austria podía cambiar la tendencia, pero todo fue a peor.

Al igual que ocurre este año, el circuito de Spielberg acogió un fin de semana al sprint y los pilotos tenían por delante dos pruebas. Con el formato de la temporada pasada, la clasificación marcaba la parrilla de salida de la carrera corta y los resultados de esta establecían los puestos para la prueba clásica del domingo. Así, Alonso logró ser octavo en la quali y se preparó para ganar posiciones en la tanda corta del sábado.

Y entonces, ocurrió el desastre. La imagen lo decía todo: no habían arrancado los monoplazas para dar la vuelta de formación y el asturiano ya provocaba una bandera amarilla. El Alpine no se encendía y Alonso tenía que retirarse. Mazazo para el español, que no sumaría puntos en el sprint y saldría último el domingo. Ante una situación de este tipo, estalló: «Otro problema en mi coche», se quejaba ante la prensa.

Lo que ocurrió en el garaje durante el sprint tampoco ayudó a calmar las aguas. Los mecánicos e ingenieros del equipo francés protagonizaron un sainete que duró varios minutos y en el que «jugaron» con un piloto al que no confirmaban si podría correr o no. Una suma de gotitas que acabaron por colmar el vaso del bicampeón del mundo.

En la carrera clásica, pese a salir en la penúltima posición, Fernando Alonso aprovechó las características de un trazado que permite adelantamientos y remontó hasta la décima posición para lograr un punto. Sin embargo, su compañero Esteban Ocon se benefició del buen ritmo del Alpine ese fin de semana y escaló hasta la quinta. Después de once carreras la diferencia entre uno y otro era de 23 puntos en la clasificación del Mundial.

Una noticia que lo cambia todo

Por aquellos días Alonso seguía sin renovar su contrato con la escudería francesa y observaba como su equipo «mimaba» a un Esteban Ocon que no tenía ningún problema en mostrarse agresivo con él en pista. El mes de julio, apenas quince días después del desastre en Austria, un anuncio inesperado precipitó los acontecimientos.

El 28 de julio, Sebastian Vettel se abría cuenta en Instagram para, minutos después, anunciar su retirada de la Fórmula 1. El piloto alemán dejaba la competición con cuatro títulos en la mochila y después de una aventura en Aston Martin que no había cumplido con las expectativas.

Solo cuatro días después, el 1 de agosto, la escudería británica anunciaba el fichaje de Fernando Alonso. Terremoto en el paddock y muchas dudas sobre la decisión del español. No ha hecho falta ni un año para demostrar que aquel movimiento fue todo un acierto.