¿Cómo es posible que Fernando Alonso haya pasado de estar en el podio a ser último en la F1?
El piloto español ha pasado de estar siempre entre los tres primeros (y luchar por la victoria en algunas carreras) a dos abandonos consecutivos
La exitosa aventura de Fernando Alonso fuera del Aston Martin: triunfa como agente de pilotos
El 28 de mayo Fernando Alonso acarició la victoria. Era ahí, en las calles del Principado de Mónaco. En una carrera loca y con la aparición de la lluvia, Aston Martin le puso los neumáticos secos y no los intermedios. Tuvo que hacer una parada extra. Con una normal, con acierto, habría ganado a Verstappen.
Sirva ese error de estrategia para entender en que punto estuvo Fernando Alonso en gran parte de la temporada de F1. Por pequeñas cosas perdía la victoria y siempre o estaba en el podio o peleaba por ello. En las ocho primeras carreras hizo seis podios. Tres veces quedó segundo esta temporada. Era el tercer piloto de la clasificación general. El Aston Martin funcionaba, había un Alonso feliz, rejuvenecido. Había que frotarse los ojos para creerlo porque fue una sorpresa total.
Ahora, a finales de octubre y cuando solo quedan tres carreras para el final, Fernando Alonso es otro. De no retirarse en las 17 carreras del Mundial –y en todas estando en puntos excepto en una, Singapur– a dos abandonos consecutivos. Pero no es solo un tema de no terminar la carrera, es mucho más: el coche no tiene ritmo, no funciona, las mejoras han acabado haciendo aguas.
Ver a Fernando Alonso pilotar toda la carrera del GP de México en última posición fue chocante. Recordamos que esta es su temporada más ilusionante en la última década, que ha pelado por la victoria, que estaba en el podio... De eso se ha pasado a verle último, adelantado por Sargeant (uno de los peores, o directamente el peor, piloto de la parrilla), incapaz de superar a su compañero Stroll. En México acabó retirándose a falta de unas vueltas, pero la carrera estaba siendo un martirio.
¿Por qué este bajón?
¿Cómo es posible que se haya pasado de estar en el podio y luchar por ello a rodar último? Hay muchas explicaciones. La más sencilla (real) es que los equipos rivales han mejorado mucho y Aston Martin no solo no ha mejorado sino que se ha estancado e incluso ha retrocedido en algunos circuitos que ya partían con desventaja. Cabe recordar que Aston Martin arrasó en el inicio del Mundial, pero que los McLaren, los Mercedes o los Ferrari en el primer tramo no fueron competitivos.
Estas escuderías mejoraron tras el verano y ahora se encuentran en el mejor momento de la temporada, que se les quedará corta. Han ido claramente para arriba y sin dificultad superan a Aston Martin. Solo con esos coches ya hay seis que superan a Alonso sin apenas problema.
Pero hay más. Por ejemplo que el coche de Fernando dejó de ser competitivo y sin tener grandes fallos –porque no habido grandes problemas en el monoplaza de fiabilidad o rotura– sí que dejó de tener ritmo, fue más lento que el resto y no solo eso, incluso llegó a tener menos velocidad que el propio Aston Martin del año pasado. Cabe recordar que el coche del año pasado quedaba siempre en últimas posiciones.
Hay que tener en cuenta también que la última plaza de carrera no es tampoco lo normal. Ha sucedido este último domingo en México, pero no es la tónica general. Fernando Alonso (o Lance Stroll) no han rodado siempre últimos. Lo hizo el español en este último Gran Premio, pero no en los anteriores. Eso sí, el coche desde el parón de verano está muy lejos del podio y solo en Países Bajos, en otra carrera loca con lluvia, llegó a esas posiciones de cabeza. Tras ello han llegado unos puestos muy malos comparados con lo que se venía viendo hasta el verano: 9º, 15º, 8º, 6º y dos abandonos.
Otra clave está en el propio trabajo de Aston Martin. No han mejorado el coche y se han anunciado mejoras que no lo eran. Lando Norris, de McLaren y que todavía está por detrás de Alonso en el Mundial (a 14 puntos) lo definió a la perfección: «Aston parece haber hecho que el coche sea cada vez más lento con cada mejora que traen». Así es. El monoplaza perdió ritmo, ya es incapaz de luchar tú a tú con cualquier otro coche de los de arriba y la escudería inglesa permaneció inmóvil ante el declive. Y el resto fue trayendo piezas que sí mejoraban lo que tenían antes.
Otra lectura a esto, la más optimista y a la que se agarra Fernando, es que este año está «finiquitado» y se piensa ya en el siguiente, en 2024. Y Alonso da por «bueno» esta temporada y si se hace un análisis en frío tiene sentido ya que quien podía decir a principios de año que veríamos al español otra vez en los podios. «Nunca hubiésemos pensado de tener esta cantidad de puntos o estar luchando con Ferrari o con Mercedes e incluso estamos delante de alguno de ellos en el campeonato de pilotos, que es una auténtica locura», comentó el asturiano.
Que eso sea verdad no quita esa sensación de tristeza por este final de Mundial, por ver a Alonso rodar último. Es una sensación amarga porque hubo un tiempo en el que Fernando llegó a rozar la victoria y ahora no hay forma ni de estar entre los diez primeros. Un sabor agridulce aunque todavía quedan tres carreras en las que al menos se tendrá que defender la quinta plaza en el Mundial, aunque tras ir todo el año tercero también eso resulta insuficiente.