Aston Martin hace oficial el fichaje de Adrian Newey, el ingeniero que ilusiona a Fernando Alonso

Había mucha expectación por la rueda de prensa convocada por Aston Martin para este martes, aunque era un secreto a voces que se trataba de la presentación de Adrian Newey. El equipo británico quiere hacer un coche campeón y han fichado al mejor de todos, al considerado el gurú de la Fórmula 1, pues su trabajo en Red Bull ha sido sobresaliente durante los casi 20 años que ha estado.

Nadie entiende mejor que Newey, nacido en Reino Unido hace 65 años, como evolucionar un monoplaza, como sacar lo mejor de cada coche e introducirle las mejoras necesarias para que vaya yendo a mejor a medida que pasa el año. Ese fue precisamente el problema de Aston Martin la temporada pasada con su 'AMR 23'. Hicieron un buen monoplaza de inicio (el segundo o tercero de la parrilla) pero no supieron desarrollarlo y se terminó quedando estancado.

Para evitar que eso vuelva a pasar llega Adrian Newey. «Sentía que necesitaba un nuevo reto. Y hacía finales de abril decidí que quería hacer algo distinto. Pase mucho tiempo con mi mujer debatiendo que tenía que hacer a continuación, nos tomamos nuestro tiempo para decidir. He tenido mucha suerte en haber conseguido lo que aspiraba desde hace 12 años, ese deseo de ser ingeniero en automovilismo», han sido las primeras palabras del británico en su nuevo equipo.

Antes, Lawrence Stroll, jefe del equipo, presentó a Newey y se refirió a él como una leyenda del automovilismo. «Es el mejor en lo que hace en todo el mundo. Es un caballero, un competidor, es un ganador y tiene muchos coches a sus espaldas. Tiene la pasión de seguir ganando y comparte eso con la gente de este edificio. Queremos ganar», aseguró. Unas palabras que evidencian el proyecto ganador que tiene Aston Martin entre manos.

Este fichaje dispara la ilusión de Aston Martin y de Fernando Alonso, aunque el piloto asturiano avisa que una sola persona no puede solucionar todos los problemas del equipo. «Creo que arreglar las cosas no es sólo tarea de una sola persona, sino que se trata más bien de lo que tenemos ahora y de lo que estamos produciendo». «Tenemos que entender qué va en la dirección correcta, qué va en la dirección equivocada y tratar de prepararnos para 2025 de una mejor manera», concluyó.