¿Puede un piloto de Fórmula 1 tener miopía y seguir compitiendo al más alto nivel?

En el mundo de la Fórmula 1, donde la velocidad y la precisión son esenciales, uno podría preguntarse si una condición visual como la miopía podría afectar el rendimiento de un piloto. De hecho, esta es una cuestión que despierta interés y curiosidad en el ámbito del automovilismo, ya que la alta velocidad y las exigencias de concentración en el circuito requieren una visión excepcionalmente aguda.

La miopía, una condición en la que los objetos cercanos se ven claramente pero los objetos lejanos aparecen borrosos, plantea varios desafíos para quienes la padecen. No obstante, gracias a los avances en tecnología y a diferentes ajustes ópticos, muchas personas pueden mantener una visión adecuada para diversas actividades, incluida la conducción a alta velocidad.

En este sentido, se estima que la miopía es el segundo defecto visual más común entre los españoles (el primero entre los más jóvenes) y el problema visual del que más se operan, según la última edición del Estudio de la Visión en España realizado por Clínica Baviera en 2022. Además, tal y como reflejan los datos, el 39% de los españoles padece miopía, y esta es la condición visual más común entre los menores de 35 años.

Su principal síntoma, según Julio Ortega-Usobiaga, oftalmólogo de Clínica Baviera Bilbao, es que «el paciente ve claramente los objetos cercanos, pero percibe de forma borrosa los lejanos». Es decir, que le «cuesta enfocar los objetos que se encuentran a una cierta distancia».

¿Es un impedimento para los pilotos?

La combinación de miopía y pilotaje en la Fórmula 1 puede parecer incompatible en primera instancia. Sin embargo, ser miope no excluye a un individuo de convertirse en piloto de Fórmula 1. «Sí puede ser piloto de Fórmula 1, siempre y cuando su visión corregida cumpla con los estándares médicos establecidos por la FIA (Federación Internacional del Automóvil)», informa.

Concretamente, todos los pilotos de Fórmula 1 «deben pasar exámenes médicos, incluidas pruebas de visión, para asegurarse de que su capacidad visual sea adecuada para conducir a altas velocidades y reaccionar rápidamente a las condiciones cambiantes de la pista», argumenta el oftalmólogo.

Por otra parte, en el caso de que el piloto tenga miopía magna, de más de seis dioptrías, «tendría más posibilidades de sufrir un desprendimiento de retina en caso de traumatismo». Esto es un factor importante a tener en cuenta.

Finalmente, con la tecnología moderna y los ajustes personalizados, los pilotos con miopía pueden competir al más alto nivel sin comprometer su rendimiento. La capacidad para adaptar y superar los desafíos visuales demuestra que el talento y la dedicación pueden prevalecer, incluso en un deporte donde la precisión es fundamental.