El Rayo y Falcao parten en dos al Barça en Vallecas
La intensidad del equipo madrileño y el talento de ‘El Tigre’ mantienen a los rayistas invictos en casa. El portero franjirrojo detuvo un penalti de Memphis para los azulgranas, que siguen con el lastre de no conocer la victoria lejos del Camp Nou
El Barcelona no suma fuera de casa ni de penalti esta temporada. Memphis Depay falló desde los once metros el empate con el que el conjunto culé habría salido con algo de aire del sur de Madrid. El Rayo asfixió al conjunto culé desde el minuto uno hasta el 90. La actuación excelsa del portero del Rayo, Dimitrievski, y la experiencia de Radamel Falcao mantuvieron inexpugnable el fortín de Vallecas ante un equipo que volvió a mostrarse falto de efectividad arriba. Además, el equipo madrileño volvió a batir al Barça 20 años después.
El Rayo terminó el partido como lo empezó: sólido atrás y con gasolina en todo momento. La zaga de Andoni Iraola hizo estériles todos los intentos que propusieron tanto los titulares como los suplentes culés. El único momento que amenazó el plan del técnico vasco fue el penalti infantil de Óscar Valentín sobre el ‘9’ del Barça.
El central se cruzó en la carrera del holandés dentro del área y Mateu Lahoz señaló el castigo. Memphis chutó a la derecha del portero, que llegó a rechazar y proteger el segundo intento, que el neerlandés propino, sin intención, a la cabeza del arquero. El fallo del lanzamiento franco culminó otra desdichada tarde para el ataque azulgrana.
Sonó el silbato del árbitro y, antes de cumplirse el primer minuto, el Rayo ya estaba siendo fiel a su nombre, provocando dos pérdidas de balón del Barça. El conjunto franjirrojo presionó desde el principio buscando sembrar dudas en la génesis del juego azulgrana y cosechar los resultados. Paralelamente, Óscar Trejo–de lo mejor de los locales–lo intentó desde el centro del campo, avisando al despistado elenco de Ronald Koeman desde el principio de que las ocasiones le podían llegar por tierra, mar y aire.
El primer amago azulgrana provocó el despertar de Radamel Falcao. ‘El Tigre’ enseñó las garras antes del minuto 20 y no las enfundó hasta el final cuando salió del terreno de juego junto a Óscar Trejo, su escudero en el campo, poco antes del final. El cafetero recibió de espaldas un pase de tacón de Trejo en la corona del área, se perfiló y su disparo, rebotado en la defensa culé, obligó a Ter-Stegen a estirarse para asegurarse de que el balón no iba entre los tres palos. El delantero colombiano avisaba a la zaga barcelonista de que estaba rondando el gol y tardaría poco en conseguirlo.
Las ocasiones en que los culés encontraron las grietas en la presión fueron pocas y tuvieron como recompensa un «casi» o las manos del meta franjirrojo. Las más claras para los culés salieron de las botas y el esfuerzo de Nico González, que volvía a contar para Koeman dos partidos después, y del Kun Agüero.
El canterano robó un balón en el inicio del Rayo, que culminó Memphis con un remate cerca del palo de Dimitrievski. El mediocampista coruñés probó suerte también con el Kun Agüero en dos ocasiones calcadas. Sus pases filtrados dejaron solo al argentino ante la buena salida del portero macedonio, que achicó a la perfección ambos lances. En la segunda parte, se desmarcó como un delantero y controló como un delantero un pase desde la línea defensiva, pero su definición se marchó desviada.
El Rayo mostró al Barça todas las caras de la intensidad que le ha imprimido su entrenador. Primero, con la contundencia para evitar cualquier conato de comodidad para el rival en Vallecas. Esa virtud le costó la amarilla a Trejo que, cinco minutos después, exhibió la segunda faceta: la constancia. El mediapunta uruguayo le robó la cartera a Sergio Busquets y divisó la carrera del depredador colombiano. Falcao ingresó en el área, se la cambió de pierna ante Gerard Piqué y su remate entró después de tocar en el palo para convertirse en su cuarto gol esta temporada.
El Barcelona se reencontró, pero con la versión ofensiva que mostró en el Clásico. Sergiño Dest volvió a ponerse la capa de extremo con idénticos resultados para los intereses azulgranas: cero goles y manos a la cabeza. El estadounidense recibió en el área pequeña un envío de Memphis para empujarla al fondo de las mallas, pero su remate acabó en el firmamento de la capital. La fórmula del doble lateral–la única solución que ha encontrado Koeman para el tridente ofensivo–también hizo aguas atrás, donde Sergi Roberto y Dest sufrieron ante la verticalidad y velocidad del arsenal rayista.
El partido pudo acabar aún peor para el Barcelona. Un choque fortuito de Isi Palazón con Jordi Alba hizo temer lo peor. El internacional español se retorcía de dolor en la rodilla mientras en el informativo de Koeman siguen produciéndose las malas noticias. Ni con Gavi, ni con Luuk De Jong, ni con Demir–otro descarte al que recurrió el de Zandaam por necesidad– el Barça pudo sumar su primer triunfo lejos de casa.