Un año sin Maradona: escándalos, peleas por la herencia y un entierro sin corazón

Diego Armando Maradona falleció a los 60 años, el 25 de noviembre de 2020, tras haber sido ingresado en una clínica de La Plata el 2 de noviembre por sus problemas de salud. Un día después fue trasladado a un sanatorio de la localidad bonaerense de Olivos, donde fue operado de un hematoma subdural. Recibió el alta hospitalaria el 11 de noviembre y se trasladó a una casa en un barrio privado de las afueras de Buenos Aires, donde falleció  en extrañas circunstancias. 

La autopsia al cuerpo del excapitán y exseleccionador de Argentina determinó que murió como consecuencia de un «edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada». También se descubrió en su corazón una «miocardiopatía dilatada». Murió la persona pero no el mito. Desde entonces, se desató en el país multitud de homenajes pero también se abrió una investigación judicial por la muerte del icono, se inició una pelea por la herencia entre familiares, hay también una pugna por los derechos del '10' y se hicieron públicos los presuntos abusos sexuales contra su expareja Mavys Álvarez, que también le acusa de trata de personas.

Enterrado sin corazón

La primera polémica ha surgido 48 horas antes del aniversario de la muerte del exjugador. El médico y periodista Nelson Castro, autor del libro La salud de Diego, concedió una entrevista a un programa de televisión en el que comentó que unos barras bravas de Gimnasia y Esgrima de la Plata planeaban abrir el nicho de Maradona para quedarse con su corazón. «Obviamente, no sucedió, pero sabíamos que lo iban a intentar así que lo enterramos sin el corazón, que también sirvió para realizar una investigación posterior», explicó el galeno, quien agregó que el corazón del argentino pesaba medio kilo (200 gramos más de lo normal) que el de cualquier adulto.

La condición de 'santo popular' de Diego Maradona está rodeada por múltiples sombras, que perduran un año después de su muerte. Sin ir más lejos, la semana pasada la supuesta expareja cubana de Maradona, Mavys Álvarez, declaró ante la Justicia argentina en un caso que involucra al entorno del exfutbolista por presunta trata de personas. Esta causa abarca los dos meses que pasó Álvarez en Buenos Aires cuando tan sólo tenía 16 años, entre finales del 2001 y principios del 2002, un tiempo durante el cual no pudo salir libremente a la calle, según su relato.

La cubana también enumeró las vejaciones que sufrió durante los cuatro años de relación con el campeón del mundo, entre ellas abusos sexuales, agresiones físicas y presiones para consumir drogas. Aseguró, asimismo, que uno de los momentos más duros de su relación fue la presunta violación que sufrió por parte del exfutbolista en La Habana, con la madre de Álvarez presente al otro lado de la puerta de la habitación donde se encontraban.

Peleas familiares

En agosto de este año, dos hijas del astro argentino, Dalma y Gianinna, negaron los cargos por presunto hostigamiento digital por sus mensajes en redes sociales contra el abogado Matías Morla en medio de una disputa por el uso de la marca 'Maradona', en manos del letrado del exfutbolista desde 2014. Los precedentes venían desde la muerte de Maradona, puesto que empezaron un litigio Dalma y Gianinna contra el abogado Morla que representaba a las hermanas del exjugador blaugrana y napolitano. La justicia argentina revocó un fallo en junio que suspendía el uso de la marca 'Maradona' por parte del abogado Matías Morla y de las hermanas del legendario exfutbolista desde su muerte el año anterior.

Un ídolo abandonado

La muerte de la estrella del fútbol nos lleva a otra causa paralela, porque la justicia penal argentina investiga si el deceso se enmarca en un «homicidio simple con dolo eventual», es decir si los profesionales a cargo de su salud no cambiaron su tratamiento pese a que debían saber que era ineficaz y podía derivar en su muerte. No hay fecha confirmada aún del juicio oral pero la investigación continúa.

A punto de cumplir el primer aniversario del deceso, debieron pasar por el trámite procesal (obtener fichas dactiloscópicas de los nombrados y recabar la posible existencia de antecedentes) el neurocirujano y médico de cabecera Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, principales responsables de la salud del icónico exfutbolista. La citación comprendió también al psicólogo Carlos Díaz, la médica coordinadora Nancy Forlini, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni y los enfermeros Ricardo Almirón y Dahiana Madrid.

Tanto Almirón como Madrid refirieron a los fiscales que la casa alquilada para la recuperación del capitán del equipo campeón mundial en México 86, no contaba con los aparatos ni el equipamiento necesarios para atender a una persona con cardiopatías, algo que desconocían y de lo que no fueron informados nunca por el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz, además se les había ordenado sobre el fallecido «no despertarlo y no molestarlo nunca». Los tres acusados por los enfermeros, se defendieron declarando que «no hubo nunca un plan para matar a Maradona».

Problemas con la herencia

Manejar las cuentas y los negocios de Diego Maradona en vida, fue una misión delicada, si no casi imposible, para familiares y los apoderados que tuvo, que eran sus amigos hasta que la relación se rompía de manera turbulenta (y siempre había malversación de caudales en el final de la relación). El 'Pelusa' tuvo fuertes ganancias en su carrera, pero las sumas suenan casi ridículas comparadas con el dinero que embolsa actualmente un deportista de élite.

A todo esto, se une la extensa vida sentimental de Maradona, que tiene cinco hijos reconocidos, varios más por reconocer y una fortuna difícil de calcular. Este mes se supo que se iban a subastar varios de los bienes de Maradona por iniciativa de los cinco hijos y herederos del 'Pelusa': Diego Maradona Sinagra, Gianinna Maradona, Dalma Maradona, Jana Maradona y Diego Fernando Maradona. La intención de los herederos es desprenderse de bienes que generan gastos económicos y que no tienen ningún valor sentimental para ellos, aparte de incluir algunos artículos que pertenecieron a su padre y que ninguno quiere en su colección familiar.

El bien más preciado de la subasta sería la casa de los padres del 'Diego', Dalma Salvadora Franco (Doña Tota) y Diego Maradona (Don Diego), que está ubicada en el barrio de Villa Deboto y en la que vivieron los progenitores desde que se la compró su hijo. En dicha subasta, saldrán a la venta dos vehículos BMW, ambos del año 2017, uno de ellos «customizado con luces y sirena de patrulla policial». También venderían una casa en Mar del Plata y otro automóvil marca Hyundai, para completar la subasta hay una larga lista de camisetas dedicadas que acumuló Maradona a lo largo de su carrera futbolística y luego como entrenador. Para terminar, hay un cuadro firmado por el ‘10’ de la selección argentina.

Desde la tumba, el astro argentino sigue generando la misma polémica y copando portadas de medios informativos igual que cuando vivía.