Bale, Isco y Hazard: el ostracismo de un tridente devaluado en el campo y en el mercado

La llegada de Carlo Ancelotti al Real Madrid suponía la continuidad de un estilo de entrenador dialogante, empático y que lava los trapos dentro del vestuario, al igual que Zinedine Zidane. Su regreso a Chamartín alentó a aquellos que vieron en el italiano la mejor opción de rescatar a tres jugadores que habían decidido bajarse del barco de la regularidad en el Real Madrid: Gareth Bale, Isco y Eden Hazard.

Con él en el banquillo, los dos primeros jugadores rindieron prácticamente a su mejor nivel. El galés llegó ese mismo verano, jugó 44 partidos, anotó 22 goles y repartió 22 asistencias.

El malagueño se convirtió en el faro guía de Carletto desde su llegada. Jugó 53 partidos donde anotó 11 tantos. Además, Fue decisivo en la Décima, cuando el italiano le dio entrada en el descanso y junto a Marcelo revolucionaron la histórica final de Lisboa.

Hoy, Carletto se ha encontrado con un Bale que espera estar recuperado con el Madrid -con el que no juega desde finales de agosto- para jugar con su selección y volver lesionado. En el caso de Isco tampoco se ha encontrado una versión mejorada. El ‘23’ incluso decidió punto final a su calentamiento en Granada cuando vio que no era uno de los elegidos para ser cambiado. Ancelotti, gran gestor de vestuario, decidió meterle en el campo. Desde esa acción, Isco no ha vuelto a jugar. El técnico práctica el guante de seda ante los medios y puño de hierro de puertas para adentro.

Con Hazard, el técnico se ha encontrado a un futbolista que no consigue recuperar el nivel por el que fue fichado ni aunque comenzara de titular la temporada con el italiano.

El último tren ya ha pasado y no han querido subirse a él. Se han convertido en actores secundarios en esteReal Madrid. Carletto los ha defendido públicamente y así seguirá. Es su máxima como hombre de club, pero la realidad es que poco se espera de ellos. En el caso de Hazard puede acogerse al confort que brinda contrato, pero Isco y Bale serán libres a partir de enero, por lo que se enfrentan a su última oportunidad para exhibir sus cualidades ante el planeta fútbol. Desde el club mantienen la resignación ante unos jugadores que rindieron al nivel que se pagó por ellos pero que han ido quedándose por el camino. 

Devaluación en el campo y en el mercado

Los números de esta temporada son clarificadores. Bale ha jugado tres partidos con el Real Madrid y otros tantos con Gales. Su valor en el mercado en estos momentos es de 10 millones de euros, según Transfermarkt. Por si fuera poco, su agente Jonathan Barnett incendió el ambiente con unas declaraciones donde calificó a los aficionados merengues que criticaban al galés como «asquerosos». Además Bale no publica nada en sus redes relacionado con el Real Madrid desde el 29 de agosto, el último partido que jugó antes de lesionarse. 

Hazard ha participado en diez partidos con el conjunto merengue y cinco con Bélgica. Su valor ha menguado hasta los 25 millones de euros, según Transfermarkt. Cinco veces menos de lo que costó al club de Chamartín hace tres años. H. Esa cotización es producto de su rendimiento, su presencia en partidos, tiempo de contrato, años...

Isco se queda con un valor de 15 millones. El jugador apenas ha participado en el juego, ya que acumula 177 minutos en toda la temporada donde ha anotado un gol.  

El Real Madrid jugará ante la Real Sociedad –una de las víctimas favoritas de Bale– otra de las finales que tiene marcadas en el examen de solidez al que llevan enfrentándose varias semanas y donde ya esperan Inter y Atlético de Madrid. Los blancos llegan en su mejor momento sin la ayuda de este tridente llamado a marcar las diferencias en el campo y que, sin embargo, acumula sus días en el banquillo