Carlo Ancelotti, el rehabilitador de causas perdidas

La llegada de Carlo Ancelotti al Real Madrid fue vista por muchos como la continuidad del estilo de los últimos años. El italiano abrió el camino de las cuatro Champions en cinco años. Con el italiano creció Zidane para volar solo años después y levantar tres orejonas seguidas en solitario. Tras la salida del galo, el regreso del italiano supone la cuadratura del círculo. 

Carletto llegó con la vitola de romper el maleficio de que segundas partes nunca fueron buenas y cuatro meses después de su llegada el equipo camina bajo una velocidad de crucero que le permite un liderato en LaLiga, donde aventaja en ocho puntos al segundo clasificado, diez al Atlético de Madrid y dieciséis al Barça y una clasificación a octavos de la Champions como líder de grupo. Además, el técnico ha entrado en el olimpo de las 100 victorias como técnico del Real Madrid, un lugar privilegiado al que tienen acceso leyendas como Zinedine Zidane, Vicente del Bosque, José Mourinho, Leo Beenhakker, Luis Molowny y Miguel Muñoz.

El italiano no solo cosecha buenos números sino que ha conseguido el despegue de algunos futbolistas que parecía que no acabarían de despegar en Chamartín.

Vinicius

El carioca ha pasado de promesa a presente bajo las órdenes del italiano y que se ha convertido bajo su manto en el jugador más desequilibrante de LaLiga y en uno de los más destacados del continente. De Promesa a presente en apenas unos meses. El brasileño suma 12 goles y es la auténtica sensación de los merengues.

Jovic

El serbio ha enseñado el camino que hay que seguir en el Real Madrid a Hazard y a Bale. El delantero apenas contaba con minutos esta temporada. Sin embargo, la lesión de Benzema le abrió las puertas del ataque merengue. Jugó en Anoeta 70 minutos, donde dio la asistencia que posibilitó el gol de Vinicius y marcó el gol de la tranquilidad de los blancos. Ante el Inter estrenó titularidad y dejó movimientos interesantes. Ha pasado del ostracismo a subirse al tren en la estación correcta.

Asensio

El balear ha ido de menos a más esta temporada. Está convenciendo a Ancelotti a base de golazos. Su pierna zurda se empieza a parecer cada vez más a la que dejó anonadados a aficionados y rivales. Tras una dura lesión y una no menos dura recuperación, el extremo sabe que se la juega en cada partido. Compite con Rodrygo por un puesto que Bale parece haber entregado, a lo que hay que unir el estado excelso de Vinicius y la cuenta atrás para la llegada de Mbappe. Todo esto hacen que Marco Asensio trabaje para recordar al aficionado que él sigue estando aquí y que todavía tiene mucho que dar. Ancelotti sabe que la magia de su zurda puede seguir brindando muchas tardes de gloria en Chamartín. Con el conseguido ante el Inter, Asensio suma ya cinco goles en 18 partidos, dos menos que en todo el curso pasado.

Las tareas pendientes: Bale y Hazard

Ancelotti, desde el primer día, abrió la puerta a todo el mundo. No quería ideas preconcebidas, quiso ver de primera mano quién respondía y quién no. A Gareth Bale le recompensó con la titularidad los dos primeros partidos, donde el galés parecía que quería volver a ser el que el fue. Sin embargo, las lesiones le hicieron perder un tren que él tampoco se encargó de recuperar cuando se fue con su selección recién dado de alta para jugar y volver lesionado a Madrid. Desde agosto no se ha vuelto a poner la elástica blanca.

El caso de Hazard también es de aquellos que merecen un capítulo aparte. El belga parece vivir en un permanente gafe que le hace estar alejado de los terrenos de juego. Lesiones de toda índole que no le han permitido trasladar su calidad al conjunto merengue. Cuando no es una lesión ósea, es una muscular, para acabar con una gastroenteritis. El belga volvió a saltar al césped del Bernabéu meses después. Lo hizo para jugar los últimos minutos del Real Madrid-Inter de Milán.

Con el derbi en el horizonte, ambos jugadores están ya recuperados, pero parece poco probable que Ancelotti pueda contar con ellos.