Fundado en 1910

El Atlético de Madrid se mudaba a su nueva casa en el año 2017. La afición atlética decía adiós a más de cinco décadas en la zona de Arganzuela para iniciar una nueva etapa en Canillejas. Allí, uno de sus bares llamado Akelarre llevaba anclado desde 1987. Templo madridista por excelencia, Joaquín, su dueño, recibe siempre a su clientela ataviado con su camiseta del Real Madrid, y no tiene libre un hueco en su fachada que no esté poblado con poster del equipo merengue, fotos de sus presidentes o recuerdos imborrables como las Copas de Europa ganadas. Pues bien, este hostelero que lleva en el sector desde 1972 recibió la amenaza de algunos aficionados rojiblancos de que quemarían su bar. Él, lejos de amedrentarse, denunció ante los medios esta situación.

El Akelarre desprende madridismo desde su entradaJorge Ruiz

La complicación para conseguir aparcar por la zona facilitó que un aficionado colchonero conociera este bar. Solo necesitó hablar con Joaquín pocos minutos para convertir el Akelarre en su lugar favorito para vivir la previa de los encuentros. Y como este aficionado colchonero, muchos más hoy en día. Se corrió la voz del buen trato que se dispensaba y  hoy es un lugar de reunión para los atléticos con una temática muy madridista.

Joaquín recibe a El Debate dos horas antes de que comience un nuevo partido en el Wanda Metropolitano. Coloca los aperitivos que horas después servirán de avituallamiento a los aficionados atléticos que llenarán el bar que han convertido en su nueva casa. Bajo las cortinas de la cocina aparece Mari, su mujer, de 66 años, y colchonera declarada. Una secundaria muy protagonista que ha encandilado con su simpatía a los seguidores rojiblancos y que se ha convertido en el secreto para que los devotos del Atleti no se muevan del Akelarre hasta que comienza el partido. 

Las paredes del Akelarre son historia viva del Real MadridJorge Ruiz

Mari camina con dificultad debido a sus dolores de rodilla. Ella está deseando jubilarse y poder descansar junto a su marido en Málaga, donde vive su hija desde hace dos décadas. «Esto tenía que habernos pasado hace 10 años y no ahora que ya somos muy mayores». Los días de partido se nota y este matrimonio madrileño ve incrementada su caja los días de partido de forma considerable.

Los aficionados colchoneros van llegando al bar ataviados con bufandas y camisetas y saludan con entusiasmo a Joaquín y a Mari, que les reciben con Real Madrid Televisión de fondo.

Dos horas antes de cada encuentro los aficionados colchoneros se reúnen en el AkelarreJorge Ruiz

Un hermanamiento entre madridistas y colchoneros regado con un ambiente sano gracias a Joaquín y a su buen carácter, con el que ha caído en gracia a todo el mundo, es el mejor ejemplo a pocos días del derbi… Ante la pregunta de si con tanto atlético en el bar Joaquín cambiará de equipo, el dueño del Akelarre responde de manera cómica: «Me haré del Atlético el día que me vaya a morir para que así puedan decir que ha muerto otro atlético».

Precisamente ese ha sido uno de los éxitos del Akelarre, que ha sido fiel a sus principios. Y eso es lo que le han reconocido todos los atléticos que pueblan su bar: «Muchos son del Real Madrid pero se han cambiado la camiseta solo por hacer negocio».

El Akelarre de Joaquín y Mari triunfa como uno de los últimos bastiones madridistas en terreno colchonero